El 'Tetris' de los pactos: así están las negociaciones en la semana decisiva

    • Sánchez apura las negociaciones para presentar este sábado a su militancia algún acuerdo avanzado.
    • Los partidos de izquierda exploran esta tarde las posibilidades de pacto. Será el primer encuentro entre los negociadores de PSOE y Podemos.

Pedro Sánchez
Pedro Sánchez

Las negociaciones para un pacto de investidura afrontan este lunes una cita clave. Las principales fuerzas de la izquierda- PSOE, Podemos, IU y Compromís- acuden a la reunión de equipos negociadores auspiciada por Alberto Garzón para explorar las posibilidades de acuerdo.

La semana es decisiva para el candidato socialista, que el sábado debe someter a la votación de sus bases los resultados de las negociaciones mantenidas desde que el pasado 2 de febrero recibió el encargo del Rey de intentar formar gobierno. A día de hoy, la aritmética sigue sin cuadrar para que el próximo 5 de marzo, día de la segunda votación de investidura, Sánchez reciba la mayoría simple que le haga presidente.

El principal escollo siguen siendo los 'vetos' mutuos de Podemos y Ciudadanos. Con la formación de Rivera las negociaciones van más avanzadas, aunque el líder 'naranja' advierte a los socialistas de que habrán de profundizar aún en un amplio programa de reformas si quieren el pacto.

Con Podemos, las conversaciones permanecen en punto muerto. De hecho, la de esta tarde será la primera reunión de sus equipos negociadores, y también el primer encuentro formal entre ambas formaciones desde que el pasado 5 de febrero Sánchez y Rivera protagonizasen su único encuentro en el Congreso.

Con el tiempo en descuento, éstas son las posiciones de partida:PSOE

Pedro Sánchez insiste en la frase que hizo célebre desde que recibió el encargo real. "Voy en serio", dijo entonces, y veinte días después, lo sigue manteniendo con la misma firmeza. Al menos, aparente, porque la aritmética sigue en contra. En este tiempo, Sánchez sólo ha arrancado un acuerdo prácticamente ultimado con IU y Compromís, en total, seis escaños. A los primeros les ha prometido un amplio paquete de medidas sociales, a los segundos, el compromiso de empezar a pagar la denominada "deuda valenciana", una cuestión que ha roto la débil tregua interna de sus propios barones.

Las negociaciones con Ciudadanos siguen un buen recorrido, aunque no cuentan aún con la confianza definitiva del acuerdo. Los equipos negociadores de ambos partidos se han reunido varias veces en los últimos días incluso para concretar detalles de financiación. Existen, no obstante, cuestiones que les separan, como la política de impuestos o la flexibilización del déficit, que Sánchez amplía a toda la legislatura y los de Rivera prefieren acotar a un máximo de un año.

En cualquier caso, al menos a la vista de la postura oficial de los de Rivera, el acuerdo pasaría por la abstención de sus 40 diputados, algo insuficiente para Sánchez. Tampoco le bastaría siquiera el 'sí', si no cuenta además con la connivencia, mediante la abstención, de PP y Podemos, algo prácticamente impensable.

Entre tanto, Sánchez sí ha ganado en un movimiento estratégico: el de reforzarse ante sus bases y ante sus propios cuadros internos. Incluso los más críticos con el secretario general destacan el ejercicio de "responsabilidad" que supone asumir la formación de gobierno, y creen que el secretario general ha salido fortalecido de este tiempo de negociaciones.

Incluso la presidenta andaluza parece haber cerrado filas con el candidato, y se replantea dar el salto a Madrid, el próximo mayo. Con este panorama, no es descartable que Sánchez afronte en solitario su reelección como secretario general, lo que sin duda le da un aire imprevisto tras meses en los que su continuidad se ha visto seriamente cuestionada.Podemos

La vicepresidencia para Pablo Iglesias, sí o sí, es el gran escollo para que prosperen las negociaciones. La formación emergente coloca esa exigencia en el centro de las negociaciones, casi al nivel de su programa social o del referéndum en Cataluña, que a día de hoy se considera "imprescindible" en espera de las propuestas que les puedan hacer llegar desde el PSOE.



Las relaciones entre ambos partidos atraviesan momentos delicados, incluso más que por el fondo de ese programa negociador, por la forma. Entre los socialistas genera rechazo la actitud de Iglesias de condicionar a su cargo el futuro de las negociaciones y de pretender llevar la iniciativa de las reuniones: en Podemos se considera que, puesto que su programa es más completo que el de los socialistas, son ellos los que tienen el bastón de mando.

No obstante, en las últimas horas sí se aprecian ciertos indicios de flexibilidad. Iglesias designó este fin de semana el equipo negociador que tanteará las posibilidades de acuerdo, un extremo al que hasta ahora se había negado en tanto en cuanto no se produjese un nuevo encuentro bilateral entre él y Sánchez.

Lo que sí permanece inamovible es el rechazo a apoyar cualquier acuerdo en el que esté presente Ciudadanos, partido al que consideran un "PP en diferido". Iglesias insta a Sánchez a aclarar si está con el "gobierno de progreso" que él propone, o, por el contrario, prefiere reeditar un Ejecutivo con la derecha.Ciudadanos

Pese a que estas negociaciones parecían prácticamente cerradas hace unos días, Rivera ha advertido este mismo lunes de que podrían romperse en cualquier momento. Ese momento es que Sánchez no acabe de asumir un ambicioso programa de reformas, que la formación naranja cifra en aproximadamente un 80% de su programa.

Las conversaciones han servido no obstante para reforzar la confianza entre ambos partidos. Los encuentros, formales e informales, son frecuentes y los equipos negociadores han mantenido ya muchas horas de reuniones.

Sánchez trata de convencer a los de Rivera de que la mejor opción es que apoyen su Gobierno con el 'sí', y no únicamente con la abstención, la postura en la que hasta ahora se había insistido. La posibilidad gana fuerza en la Ejecutiva naranja, aunque no existe un consenso claro. También lo hace la opción de entrar en un hipotético gobierno con Sánchez.


El líder emergente ha considerado que esa opción no es descartable, aunque se condiciona a que Sánchez aborde el programa de reformas propuesto en las negociaciones. Rivera insiste además en que cualquier acuerdo habrá de ser de "legislatura", y debe contar también con el PP. En caso contrario, advierte, el pacto sería inútil.Compromís

La formación de Mónica Oltra ha negociado con autonomía con el PSOE, después de que sus diputados rompiesen con Podemos y se integrasen en el Grupo Mixto. Las conversaciones han fructificado en un pre-acuerdo pactado en torno a medidas sociales y a la deuda valenciana. Sánchez habría trasladado en esas conversaciones que un hipotético Ejecutivo socialista empezaría a pagar la denominada "deuda histórica", esto es, unos 16.000 millones de euros, lo que ha levantado los recelos entre los barones ya críticos con el líder socialista, como los presidentes de Andalucía y Aragón.

El gobierno de Susana Díaz no está dispuesto a apoyar que Sánchez negocie sobre esas condiciones que, consideran, suponen una discriminación a su comunidad.IU-Unidad Popular

El candidato de la formación de izquierdas ha mostrado siempre su disposición a apoyar a Sánchez siempre y cuando éste asumiese un programa de reformas de emergencia social. Ya existen acuerdos. En este ámbito, y también en materia de lucha contra la corrupción, la violencia de género o la política laboral (en total, doce puntos programáticos). No obstante, el partido decantará su voto-sí o abstención- en función de los acuerdos que el candidato socialista cierre en los próximos días.

Garzón ha sido el promotor del encuentro que se celebra este lunes, y que urgió convocar a todos los líderes de la izquierda. En una carta remitida a PSOE, Podemos y Compromís, el dirigente republicano señalaba que "la situación española es de emergencia social" y pedía "no cerrar los ojos" ante la realidad salida del 20-D, cuando el PP perdió la mayoría absoluta.

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