El TS confirma la pena de 8 años a un hombre por violar a una prostituta

  • El Tribunal Supremo (TS) ha confirmado la pena de ocho años de cárcel impuesta a un hombre por violar a una prostituta de la Casa de Campo de Madrid tras quitarse el preservativo que la mujer le obligó a ponerse para mantener relaciones, y a la que además sustrajo 380 euros del bolso.

Madrid, 1 ene.- El Tribunal Supremo (TS) ha confirmado la pena de ocho años de cárcel impuesta a un hombre por violar a una prostituta de la Casa de Campo de Madrid tras quitarse el preservativo que la mujer le obligó a ponerse para mantener relaciones, y a la que además sustrajo 380 euros del bolso.

El acusado, A.M.A., también fue condenado a indemnizar a la prostituta con 6.000 euros por los daños morales, así como a abonarle 150 euros por las lesiones que le causó, 20 euros por el monedero sustraído y a devolverle los 380 euros que le robó.

La sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid, ahora ratificada por el TS, le impuso además sendas multas de 360 euros por una falta de lesiones y por otra de hurto, y la prohibición de acercarse a la víctima durante diez años tras el cumplimiento de la pena de cárcel.

La Audiencia de Madrid consideró probado que el acusado acudió en su vehículo a la Casa de Campo, sobre la una de la madrugada del 23 de abril de 2009, y concertó los servicios sexuales de la prostituta E.D.C.M., que se subió a su coche "a fin de prestar el servicio pactado".

En contra de lo habitual, el cliente condujo su vehículo fuera de la Casa de Campo y se dirigió al Monte del Pardo, lo que produjo malestar a la prostituta y el hombre trató de calmarla diciéndole que era buen chico y que tenía un cuñado policía.

Tras ponerle el preservativo, mantuvieron una relación con penetración "con pleno consentimiento de ambos", pero al finalizar, el hombre se quitó el preservativo y la mujer se negó a realizar cualquier tipo de acto sexual.

Ante la negativa de la prostituta, el acusado la insultó, la cogió fuertemente del pelo, la inmovilizó, la golpeó y sacó un destornillador que dejó junto a él para forzarla a hacerle una felación y penetrarla vaginalmente varias veces sin preservativo.

Al finalizar la agresión, la mujer bajó del coche a orinar y vio como el hombre hurgaba en su bolso y luego comprobó que faltaba el monedero.

A las seis de la madrugada, el acusado dejó a la prostituta en la Casa de Campo y la mujer acudió entonces a denunciar los hechos al Centro de Atención a la Mujer Concepción Arenal.

A causa de la agresión, la mujer sufrió erosiones en el glúteo derecho, eritema contuso en el cuello y la raíz del cuero cabelludo, entre otras lesiones, "no estando incapacitada para sus ocupaciones habituales durante ningún día".

Para rechazar el recurso del acusado, el TS afirma que las "supuestas contradicciones" en el testimonio de la prostituta sobre si se conocían previamente no influyen "en la comisión del delito por el que se le condenó" porque "ese dato en la parte dispositiva de la sentencia es anodino".

El hombre negaba además haberla amenazado con el destornillador, pero la Sala argumenta que no se trató de "una intimidación directa" sino "sutil, indirecta y notoriamente sugerente".

Entre sus alegaciones, el acusado indicó también que el precio concertado de 120 euros con la prostituta era disparatado, a lo que el Supremo responde: "un precio alto, no autoriza a violar".

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