Dimisiones en el Tribunal Constitucional por primera vez en su historia. Esta mañana el vicepresidente de este órgano, Eugeni Gay, y otros dos magistrados, Javier Delgado y Elisa Pérez Vera, han presentado su dimisión, según fuentes del alto tribunal.
Con su renuncia, estos tres magistrados, que nada tienen en común ni ideológica ni profesionalmente, protestan por la paralización en el Congreso de la renovación de los cuatro nombres que debe proponer la Cámara Baja, después de que el pasado mes de noviembre venciera su mandato.
Los tres magistrados que han presentado su dimisión por sorpresa esta misma mañana, junto con el fallecido Roberto García-Calvo, eran los que estaban pendientes de renovación por el Congreso de los Diputados.
Los tres vienen de corrientes ideológicas diferentes y han tenido posturas diferentes en las últimas votaciones del Alto Tribunal. Así Javier Delgado, propuesto por el PP y de fuertes convicciones conservadoras, votó contra la legalización de Bildu mientras Gay y Pérez Vera votaron a favor.
En el caso del Estatut de Cataluña, tanto Elisa Pérez como Eugeni Gay fueron ponentes, pero nunca consiguieron una votación consensuada. Por su parte Delgado se opuso a la aprobación del texto y acabó firmando un voto particular.
Eugeni Gay Montalvo
Este abogado catalán tuvo un papel clave en el fallo del Constitucional sobre el Estatut de Cataluña. Aunque fue nombrado a propuesta de CiU, pertenece al llamado sector progresista y era uno de los miembros más veteranos, ya que fue designado por el Congreso hace 10 años.
Elisa Pérez Vera
Catedrática en Derecho Internacional Privada, también de tendencia progresista, fue de las magistradas que intentó que el Constitucional llegase a un consenso en uno de sus fallos más polémicos, el Estatut de Cataluña, y una de las magistradas que avaló la legalización de Bildu.
Javier Delgado
Nombrado a petición del Partido Popular, se opuso tanto a la aprobación del Estatut como a la legalización de Bildu. En su voto particular oponiéndose a la presencia de la formación abertzale en las elecciones, entendía que "ETA imparte instrucciones respecto de la condena de la violencia, a fin de dar apariencia de distanciamiento de ella a quienes se presentan" como independientes.
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