Elección de Sánchez Cerén y reclusión de Flores marcan 2014 en El Salvador

  • EFE).- Salvador Sánchez Cerén se convirtió en el primer excomandante guerrillero en llegar a la Presidencia de El Salvador en un año en el que, en otro hecho sin precedentes, el exgobernante Francisco Flores fue encarcelado por presunta corrupción.

Luis Alfredo Martínez

San Salvador, 15 dic (ACAN-EFE).- Salvador Sánchez Cerén se convirtió en el primer excomandante guerrillero en llegar a la Presidencia de El Salvador en un año en el que, en otro hecho sin precedentes, el exgobernante Francisco Flores fue encarcelado por presunta corrupción.

El 1 de junio pasado Sánchez Cerén, de 70 años, se convirtió en presidente de El Salvador tras haber ganado las elecciones en dos vueltas, el 2 de febrero y el 9 de marzo, a su rival de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), Norman Quijano.

Sánchez Cerén es el primer exguerrillero que gobierna en El Salvador después de la guerra civil (1980-1992) y el quinto en la actualidad en Latinoamérica, junto a Raúl Castro (Cuba), José Mujica (Uruguay), Dilma Rousseff (Brasil) y Daniel Ortega (Nicaragua).

Con el triunfo del hoy mandatario, el izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) ligó su segundo Gobierno consecutivo después del que presidió Mauricio Funes (2009-2014), un periodista de izquierda que acabó con los 20 años consecutivos de ARENA en el poder, desde 1989.

La victoria de Sánchez Cerén el 9 de marzo ante Quijano fue muy estrecha, con una diferencia de apenas 0,22 puntos porcentuales (50,11 % sobre 49,89 %), a pesar de que en la primera vuelta había alcanzado un amplio margen de casi 10 puntos.

Sánchez Cerén fue miembro de la cúpula de comandantes del FMLN y uno de los firmantes, en 1992 en México, de los Acuerdos de Paz que pusieron fin a los 12 años de conflicto interno del país que dejaron unos 75.000 muertos, 8.000 heridos y 12.000 desaparecidos, según los datos oficiales.

Al igual que la de Funes, la Administración de Sánchez Cerén sigue siendo cercana a Cuba, Venezuela, Bolivia, Brasil, Ecuador y otros países que tienen gobiernos de izquierda, pero también a Estados Unidos.

Sin embargo, ni el Gobierno de Funes ni, hasta ahora, el de Sánchez Cerén han ingresado a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), creada hace 10 años por el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez.

El actual Gobierno salvadoreño sí fue aceptado en Petrocaribe, también iniciativa de Chávez, mediante la cual Venezuela suministra petróleo y sus derivados con ventajas de pago, aunque el ingreso de El Salvador está pendiente de un acuerdo bilateral con ese país.

Estados Unidos, que durante la guerra civil financió y suministró armamento al Ejército salvadoreño, ha otorgado al Gobierno de Sánchez Cerén una donación de 277 millones de dólares a través del programa Fondo de Desarrollo del Milenio para diversos proyectos.

También por primera vez, en este año los salvadoreños fueron testigos del ingreso en prisión del expresidente Francisco Flores, quien gobernó cobijado por ARENA en el período 1999-2004 y hoy está acusado de presunta corrupción en la ayuda de Taiwán a su Gobierno.

Flores está de nuevo en arresto domiciliario desde el 30 de noviembre tras haber permanecido en dos ocasiones en una celda de la División Antinarcóticos de la Policía Nacional Civil.

El exgobernante estuvo por primera vez en la prisión policial desde el 29 de septiembre, después de permanecer en arresto domiciliario desde el 5 de ese mes, cuando se entregó a la justicia tras andar prófugo unos cuatro meses.

Flores fue llevado a un hospital privado el 30 de octubre por una trombosis en una pierna y el 18 de noviembre volvió a la celda.

El tribunal que lleva el caso le restituyó a Flores el arresto domiciliario el 24 de noviembre, pero ordenó que siguiera en prisión en espera de un trámite judicial, hasta que el 30 de noviembre le permitió volver a su casa, donde estará bajo vigilancia policial.

Flores fue acusado por la Fiscalía salvadoreña el 30 de abril de peculado (apropiación indebida) y enriquecimiento ilícito por 15 millones de dólares recibidos como una ayuda de Taiwán a su Gobierno, y también de desobediencia por no haber comparecido el 30 de enero ante una comisión legislativa que investigó su caso.

Las primeras denuncias públicas contra Flores las hizo en 2013 el entonces presidente Funes, con base en un informe del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.

Funes denunció que Flores recibió 10 millones de dólares en tres cheques de Taiwán entre octubre de 2003 y abril de 2004, y que se desconocía el destino de ese dinero.

En una confesión inesperada, el expresidente admitió el 7 de enero ante la comisión legislativa que recibió sumas millonarias de Taiwán en cheques a su nombre, al margen de las cuentas públicas, pero sostuvo que las entregó para programas y obras de su Gobierno.

Flores expresó ante los diputados que recibió dinero taiwanés "en numerosas ocasiones" y que solo en ayuda por los terremotos que El Salvador sufrió en 2001 fueron "unos 15 a 20 millones" de dólares.

La comisión legislativa, sin embargo, ha concluido que Flores podría haberse apropiado de unos 70 millones de dólares de la ayuda taiwanesa y ha pedido a la Fiscalía que también le acuse de lavado de dinero. ACAN-

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