Las elecciones en Hong Kong en cinco claves

Cerca de 3,7 millones de hongkoneses están convocados a las urnas este domingo para elegir a sus representantes al parlamento local, la cita electoral más importante que ha tenido la antigua colonia británica desde las grandes movilizaciones prodemocracia de 2014.

Ante el creciente miedo de que Pekín esté endureciendo el control sobre la ciudad semiautónoma, algunos jóvenes activistas defienden una ruptura con China. Por otro lado, los partidos cercanos a la institucionalidad de Pekín advierten que hay riesgos para la estabilidad y la prosperidad.

A continuación cinco claves sobre las elecciones para el Consejo Legislativo (LegCo, parlamento local):

La elección de los miembros del parlamento local son los primeros comicios públicos desde el masivo "Movimiento de los paraguas", una movilización a favor de la democracia en 2014 que buscaba concesiones por parte de Pekín.

Además es la primera vez que jóvenes activistas partidarios de una autodeterminación de Hong Kong se presentan a las elecciones. Según las encuestas esta tendencia podría lograr uno o dos parlamentarios, marcando un hito para el naciente movimiento.

El LegCo cuenta con 70 miembros designados por un sistema complejo que garantiza casi con seguridad una mayoría de bloqueo favorable a Pekín. Solo 35 de sus miembros son elegidos por sufragio directo.

Los miembros elegidos por sufragio directo representan circunscripciones. Sin embargo, otros 30 miembros provienen de grupos profesionales como el sector del transporte, el turismo y el empresariado, que tienden a ser más cercanos a Pekín.

Los restantes cinco "súper escaños" no están radicados en ninguna circunscripción y son una opción posible que se puede marcar en todas las papeletas de los electores, excepto para quienes forman parte de los grupos profesionales.

Hong Kong, que fue colonia británica durante 150 años hasta la retrocesión a China en 1997, y que desde entonces tiene un estatuto de semiautonomía, nunca ha gozado de una democracia total.

El sistema que permite que haya 30 cupos para los sectores cercanos a Pekín hace que sea casi imposible que los partidarios de una mayor apertura democrática logren tener una mayoría.

En este sentido un avance de los nuevos movimientos podría mermar a la oposición tradicional prodemocrática, que tiene 27 escaños, con los que puede ejercer una minoría de bloqueo. Si pierden cuatro bancas, perderán también ese derecho.

El papel del Consejo Legislativo es introducir, examinar y aprobar las leyes, los presupuestos y los gastos.

La oposición tradicional ha utilizado diferentes maniobras para frenar procesos, retrasando así la tramitación de algunas leyes.

Muchas sesiones terminan en un bloqueo, ya que los legisladores partidarios de la institucionalidad acusan a la oposición de bloquear el progreso y ésta critica al otro campo de ser sumisos.

Las autoridades del poder central de China dicen que los candidatos favorables a la independencia actúan de manera ilegal, yendo en contra del esquema de constitución que rige la ciudad, por lo que es probable que Pekín siga presionando al movimiento.

Las candidaturas de algunos de los aspirantes que más se pronunciaron a favor de la independencia fueron suspendidas y el gobierno local ha advertido que puede iniciar acciones contra quienes se han manifestado a favor de la ruptura durante la campaña.

Sin embargo, en este contexto, un avance de los partidarios de la ruptura puede ayudar a Pekín en el corto plazo, ya que los votantes partidarios de la oposición van a dividirse, lo que fortalece a los candidatos de la institucionalidad.

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