Condenado a dos años de cárcel por no dejar dormir a sus vecinos

  • El condenado, residente en Aljaraque, Huelva, conectaba la música a dos altavoces que ponía en el balcón enfocando a las ventanas de su vecino. 

    La sentencia la ha impuesto un juzgado de Huelva que condena, además, al acusado a pagar 8.190 euros en concepto de responsabilidad civil y multa.

Dos años de cárcel y 8.000 euros por no dejar dormir a los vecinos
Dos años de cárcel y 8.000 euros por no dejar dormir a los vecinos
A.D.

Aprovechaba las horas nocturnas para enchufar su equipo de sonido a todo volumen y no lo hacía sin darse cuenta de las molestias que causaba a sus vecinos. Todo lo contrario. Esa era su intención. Ahora un juzgado de Huelva le ha condenado a dos años de prisión y a pagar 8.190 euros (6.000 como responsabilidad civil y 2.190 de multa) por un delito medioambiental, por contaminación acústica, en concurso ideal por delitos de lesiones.

Además, el hombre no podrá ejercer ningún trabajo relacionado con la emisión de música durante dos años ni acceder a su vivienda ya que no puede acercarse a 100 metros de los denunciantes, que viven a 5 metros de distancia. 

La historia se remonta a 2008 cuando compró una casa unifamiliar de dos plantas en la localidad de Aljaraque, Huelva. Sin embargo, sólo acudía aquí de visita o a dormir y mantenía su residencia en otro inmueble. En 2010 los denunciantes compraron su vivienda situada a cinco metros. Casi inmediatamente surgieron los roces entre ambas familias. El condenado no estaba de acuerdo con la construcción de algunos elementos en la parcela, aunque eran obra del anterior propietario, y se quejaba de las actividades que la nueva familia realizaba en la parcela de su propiedad. Con nocturnidad y alevosía

Los desencuentros fueron en aumento y la convivencia se volvió insostenible en 2013. Como sus nuevos vecinos no seguían sus indicaciones decidió actuar. Y  lo hizo utilizando la música. Conectó el equipo de música de su vivienda e a dos potentes altavoces que colocó en el balcón exterior de la planta superior de la vivienda, los orientó hacia la casa de su vecino y comenzó a emitir música, siempre el mismo disco o DVD a volumen tan elevado que era imposible vivir allí. Además lo hacía por la noche o a las 7:00 de la mañana de los sábados, rompiendo el sueño de sus vecinos. 

A pesar de las quejas y denuncias presentadas por su vecino repitió la 'tortura' durante casi seis meses. Al final esta situación afectó a la intimidad, estabilidad y confortabilidad de los ocupantes de la vivienda y generó insomnio, irritabilidad, ansiedad y trastorno adaptativo mixto en uno de los denunciantes, que tuvo que ser tratado con ansiolíticos.

Durante el juicio el acusado lo negó todo y les acusó a ellos de molestarle con sus barbacoas. Sin embargo el juez dio la razón a los demandantes. 

El condenado podrá eludir la entrada en prisión si paga la multa por la responsabilidad civil de 6.000 euros en un año y cumple las órdenes de alejamiento. 

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