En invierno los neumáticos hay que revisarlos una vez al mes, como poco

    • Se aconseja cambiarlos cuando pasan 10 años desde su fecha de fabricación, aunque no se hayan utilizado o visualmente no estén en mal estado.
    • Los neumáticos se cristalizan en vehículos que pasan mucho tiempo a la intemperie, sobre todo por altas temperaturas, por el envejecimiento por edad y aquellos que reciban mucha radiación solar.
Imagen de un neumático equipado con unas cadenas de nieve
Imagen de un neumático equipado con unas cadenas de nieve

Los neumáticos deben ser los más mimados del coche durante todo el año, pero más aún con la llegada de la lluvia y la nieve. Son el único elemento que pone en contacto el vehículo con la carretera y por esta razón es fundamental someterles a un chequeo médico una vez al mes y siempre antes de iniciar un viaje.

Los neumáticos están compuestos de materiales procedentes del árbol de caucho, son la parte más orgánica de nuestro vehículo y por lo tanto son más sensibles al deterioro por el uso. Su mal estado puede costarnos la vida, además de suponer un incremento en el consumo del vehículo.

El proveedor de neumáticos Continental informa de las claves para tener unos neumáticos "saludables" y evitar los síntomas principales:

El punto principal es la presión. Mantener la presión correcta ayuda a que el neumático se mantenga "saludable". Circular con una presión inferior a la recomendada reduce la estabilidad, aumenta el peligro de pérdida repentina de aire y el consumo de combustible del vehículo. Una presión excesiva provoca un desgaste prematuro por el centro, reduciendo su vida útil. Además, al reducirse la superficie de contacto se puede producir una pérdida de adherencia, una mayor incidencia de impactos de objetos ajenos, más incomodidad de la conducción y más vibraciones.

Cuidado con la cristalización. La cristalización del neumático indica que éste no tiene "buena salud". Los neumáticos se cristalizan en vehículos que pasan mucho tiempo a la intemperie, sobre todo por altas temperaturas, por el envejecimiento por edad y aquellos que reciban mucha radiación solar. En estas circunstancias se recomienda evitar que los neumáticos reciban mucha radiación solar, se expongan a temperaturas extremas (sobre todo altas temperaturas) y evitar el uso de neumáticos con más de 10 años de edad.

El desgaste excesivo. Un neumático desgastado pierde adherencia, sobre todo en suelo mojado. La normativa establece que la profundidad del dibujo de la banda de rodadura no debe ser inferior a 1,6 milímetros aunque, para un mayor agarre y seguridad, Continental recomienda no utilizar un neumático desgastado con una profundidad del dibujo inferior a los 3 mm, especialmente con condiciones meteorológicas adversas ya que, con el suelo mojado, un neumático desgastado aumenta radicalmente el riesgo de aquaplanning y de alargar la frenada de forma alarmante. Es importante revisar la mayor parte de banda de rodadura y no olvidar la zona interior porque el desgaste puede ser irregular.

Cuidado con los bultos, cortes, roces, bordillazos. En caso de que el neumático presente alguna de estas anomalías, se debería visitar un especialista para que los revise y evalúe los daños, y si procede, realizar su sustitución. Para alargar la vida útil de los neumáticos hay que evitar golpes pronunciados. Es de vital importancia no intentar reparar los neumáticos con estas u otras anomalías.

Fecha de caducidad. Los neumáticos se deterioran con el paso del tiempo y pierden prestaciones por lo que se aconseja cambiarlos cuando pasan 10 años desde su fecha de fabricación, aunque no se hayan utilizado o visualmente no estén en mal estado.

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