En ruta por el Madrid más negro

  • Lourdes Velasco.

Lourdes Velasco.

Madrid, 25 dic.- Madrid tiene una historia negra con múltiples tramas que pueden descubrirse en unas rutas guiadas por sus rincones más macabros: desde una casa de la calle Princesa donde una señora de la alta sociedad cortó la mano al cadáver de su hija hasta un edificio de Malasaña con ocho crímenes a sus espaldas.

Blanca Pérez es periodista y lleva meses documentándose sobre los crímenes más extraños de Madrid para relatarlos en unos itinerarios organizados por la empresa Trivium Tours que muestran el lado más macabro de la capital y que cada vez reúnen a más adeptos.

En la calle Princesa, donde comienza la visita, se produjo en 1952 uno de los casos más enigmáticos y con más repercusión en prensa de los que se recuerdan en la capital: la aristócrata Margarita Ruiz de Lihori cortó la mano al cadáver de su hija fallecida a los 36 años.

"Se especuló con todo tipo de móviles: que fue un ritual de inmortalidad o un ataque de locura, o que tenía conexiones con los nazis o con extraterrestres de un planeta llamado Ummo", explica Blanca Pérez, que precisa que ese misterio entretuvo durante meses a los redactores del periódico 'El Caso'.

En realidad la incógnita nunca se desveló, pero sí se supo que la misma aristócrata había experimentado en una casa de Albacete con decenas de cadáveres de perros, con los que se fotografiaba una vez fallecidos.

Fueron sus conexiones con la alta sociedad las que la libraron de ir a la cárcel, aunque sí fue condenada por profanación de cadáveres y un delito contra la salud pública.

Dejó Madrid poco después de cortar la mano al cadáver de su hija, pero su historia se hizo tan famosa que el imaginario popular aún la recuerda con un dicho: "Moraleja, moraleja, esconde la mano que viene la vieja".

Callejeando hasta Malasaña se llega a la calle de Antonio Grilo, más conocida como la de los crímenes porque en el número 3 se ubica la famosa 'casa maldita', un edificio rosa y aparentemente apacible donde se produjeron ocho macabros sucesos entre las décadas de los cuarenta y los sesenta.

De ellos, el más famoso se gestó en el tercer piso en 1962: un sastre acabó con la vida de su esposa y de sus cinco hijos y después se suicidó, posiblemente porque vivía una situación desesperada por sus deudas económicas, relata a Efe la guía turística.

En ese edificio donde una joven mató a su hijo recién nacido y fue asesinado un camisero se han adentrado expertos en cacofonías y energías en busca de las voces de los fallecidos. "Pero creo que no han tenido éxito, porque los vecinos dicen que no se escucha nada", explica Blanca Pérez.

En la calle de San Roque número 9 se encuentra el convento de San Placido, conocido también como de las Endemoniadas, porque en él se produjo uno de los misterios más notorios de la época de Felipe IV, cuando se creía que las monjas que lo habitaban sufrían los ataques de seres diabólicos.

"Los hechos comenzaron con una novicia que ponía los ojos en blanco, gritaba y hacía gestos raros, pero lo curioso del tema es que todas acabaron poseídas. Hasta la Inquisición tomó cartas en el asunto", resume a Efe Blanca Pérez. La culpa recayó en el confesor de las monjas, a quien se acusó de haber cometido actos pecaminosos con ellas.

Más sangriento fue el crimen de la iglesia de San Ginés, en la calle del Arenal, donde a mediados del siglo XIV unos ladrones que fueron descubiertos cuando trataban de saquear la iglesia por un anciano que estaba rezando, a quien le cortaron la cabeza y la depositaron bajo la imagen de la Virgen.

"Y cuenta la leyenda que resucitó y aún se pasea por el interior del templo", añade la guía.

La visita termina con el caso del "prostíbulo del Lobo feroz", el más reciente de los que se relatan en el recorrido y también uno de los más macabros: en 1989 unos albañiles hallaron los cuerpos de dos prostitutas en las paredes del sótano del mesón "Lobo feroz" -en la calle de Luciente-, donde años atrás las había asesinado su entonces dueño tras contratarlas en los alrededores.

Son solo algunos de los crímenes escondidos entre las calles de la capital y una manera más de acercarse a las historias de Madrid.

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