Entra a prisión el hijo de la millonaria Brooke Astor por estafar a su madre

  • El hijo de la multimillonaria Brooke Astor, Anthony Marshall, entró hoy a prisión a sus 89 años después de que en 2009 fuera condenado por el robo de millones de dólares de la fortuna de su madre en los últimos años de su vida, cuando ella padecía el mal de Alzheimer, informó la fiscalía de Manhattan.

Nueva York, 21 jun.- El hijo de la multimillonaria Brooke Astor, Anthony Marshall, entró hoy a prisión a sus 89 años después de que en 2009 fuera condenado por el robo de millones de dólares de la fortuna de su madre en los últimos años de su vida, cuando ella padecía el mal de Alzheimer, informó la fiscalía de Manhattan.

Además de Marshall, también fue condenado por el mismo caso el abogado de la familia Astor, Francis Morrissey, de 70 años, por lo que ambos tendrán que empezar a cumplir una pena de entre uno y tres años de cárcel.

Pese a fueron condenados en 2009, se les permitió permanecer en libertad a la espera del resultado de sus apelaciones, pero el máximo tribunal del estado de Nueva York se negó a revisar el caso.

Así, Marshall, enfermo de Parkinson y con problemas de corazón, acudió este viernes a la corte de Manhattan en una silla de ruedas empujada por su mujer y, posteriormente, fue detenido y llevado a prisión.

"Los dos acusados declarados culpables de varios delitos contra una víctima anciana comenzarán a cumplir su condena tres años y medio después de ser condenados", destacó en un comunicado el fiscal del distrito de Manhattan, Cyrus Vance.

"Las necesidades y los derechos de los mayores en Estados Unidos son a menudo olvidados o ignorados y sus voces silenciadas", añadió Vance.

El culebrón de los Astor, como llegó a conocerse el caso en la prensa de Estados Unidos, empezó semanas antes de la muerte de la anciana a sus 105 años en agosto de 2007, cuando su nieto, Philip Marshall, denunció a su propio padre, Anthony Marshall, por cuidar mal de su madre y de gestionar fraudulentamente su fortuna.

Por ello, Anthony fue condenado por el robo de millones de dólares de la fortuna de su madre, una de las damas más conocidas de la alta sociedad neoyorquina que dedicó buena parte de su dinero a lo largo de su vida a obras de caridad.

Según destacó el fiscal, esta condena "despertará la conciencia pública de la epidemia silenciosa de maltrato a personas mayores".

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