Entregan ayuda económica a familias de 6 asesinados por ejército de Guatemala

Guatemala, 20 feb.- El gobierno de Guatemala entregó hoy 6,55 millones de quetzales (845.161 dólares) a las familias de seis indígenas que fueron asesinados por el ejército durante una protesta contra el alza de la energía, el 4 de octubre de 2012 en el occidente del país.

La entrega simbólica del cheque de los recursos, que también incluye a los 35 heridos durante esos hechos, la hizo el presidente Otto Pérez Molina, acompañado de la vicepresidenta Roxana Baldetti.

No se detalló cómo se dividió la ayuda.

El mandatario recordó que la muerte de los seis indígenas originarios del departamento de Totonicapán "ha sido uno de los momentos más difíciles" de los dos años que lleva en el gobierno.

"Es el recuerdo más triste y lamentable que en una situación confusa hayan muerto seis personas y 35 hayan quedado heridos", expresó durante el acto celebrado en el Patio de la Paz del Palacio Nacional de la Cultura.

El coronel Juan Chiroy y ocho soldados fueron capturados como supuestos responsables de haber disparado contra los indígenas que protestaban en la Cumbre de Alaska contra el alza de la energía y su rechazo a la reforma constitucional que presentó ese año el Ejecutivo, que aún no han sido discutidas por el Congreso.

El gobernante manifestó que con la entrega de esta ayuda económica, aunque mínima, cumple el compromiso asumido el mismo día de los hechos para que las viudas, huérfanos y los heridos "tengan una mejor calidad de vida".

Pérez Molina afirmó que su gobierno "no tiene ninguna excusa, ninguna explicación que presentar a las familias de los fallecidos" y que su administración los seguirá apoyando para que puedan salir adelante.

"Como gobierno hay sentimientos de dolor y tristeza con el pueblo de Totonicapán", remarcó.

Mientras, Joaquín Nicolás Ordónez, presidente de la Junta Directiva de los 48 Cantones de Totonicapán, dijo que "el Estado asume su responsabilidad de entregar la ayuda a los familiares de los muertos y de los heridos que tienen necesidades económicas".

Por su parte, Adán Pedro Sapón, uno de los 35 heridos, manifestó que en su cuerpo lleva una herida inolvidable "que no se me quitará aunque me de uno o dos millones".

La víctima pidió a Dios que "perdone a quienes dieron las ordenes a los soldados" para disparar contra la multitud que participaba en la protesta y el bloqueo de carreteras en la Cumbre de Alaska, a unos 170 kilómetros al occidente de la capital guatemalteca.