¿Es usted alérgico? La respuesta está en sus genes

    • Un macroestudio realizado en EEUU sugiere que la genética es más determinante que los factores ambientales.
    • La investigación observó que la incidencia de alergias era la misma en cualquier parte del país.
Hasta el 22% de los niños europeos sufre algún tipo de alergia
Hasta el 22% de los niños europeos sufre algún tipo de alergia

Oir hablar de una "primavera complicada por el polen", ver imágenes de gramíneas en pleno estallido, nos pone los pelos de punta. ¿Pero son ellas las "culpables" de los casos de alergia?

Un estudio recientemente publicado en EEUU añade más certidumbre a un tema que centra los debates de los especialistas. Cuánto hay de genética detrás de una alergia, y cuánto de ambiente.El estudio, que cuenta con la muestra más amplia realizada hasta el momento-10.000 personas de todos los puntos del país- concluye que la prevalencia de esta afección en mayores de cinco años es la misma en cualquier región de EEUU.

"Esto hace pensar que lo importante no son los factores externos, sino los internos", afirma Darryl Zeldin, director del estudio y responsable del Instituto Nacional de Salud Ambiental.Por tanto, la expresión "soy alérgico a los pelos de gato" o "soy alérgico a los ácaros" puede vaciarse de sentido. Se quedaría en un simple "soy alérgico a" porque, según este estudio, una persona que tenga predisposición genética a padecer alergia, la desarrollará en función de lo que exista en su ambiente en ese momento, sea uno u otro alérgeno.

"Si alguien tiene predisposición a sufrir alergias, va a reaccionar ante lo que encuentre en su ambiente, ya sea polen, cucarachas, comida o pelos de gato. Lo importante no es a qué te expongas, sino la sensibilidad de tu sistema inmunitario a sobrerreaccionar", afirma Zeldin. "Esto nos hace pensar que los factores genéticos pueden ser más determinantes y generales de lo que creíamos", añade este médico e investigador.

El estudio sí aprecia en cambio diferentes tipos de alergia en una zona u otra, dependiendo de cuál sea el factor predominante. Así, en la costa este americana se detectaban más alergias relacionadas con los animales o el polvo, mientras que en la costa oeste la alergia desencadenada por el polen era la más frecuente.Los expertos llevan tiempo analizando que detrás de las alergias se encuentra no solo una exposición a un determinado alérgeno, sino una buena dosis de genética.

"El individuo alérgico tiene una predisposición para serlo", explica el doctor Pedro Ojeda, especialista en alergia, para quien este estudio avala algo que la comunidad científica sabe de forma fundada desde hace tiempo. Esa predisposición genética viene determinada por el juego de múltiples genes "Y esos genes están distribuidos de forma homogénea en la población. De ahí que la incidencia de la alergia también lo sea".

[Quizás te interese: "Un 5'5% de las consultas médicas en viajes corresponden a alergias"]

Como en este estudio, este experto afirma que también en nuestro país la propensión a sufrirla presenta una tasa homogénea en toda la población."Otra cosa es que el tipo dependa de la zona en la que nos encontremos. En poblaciones del litoral, se desarrollan más las debidas a los ácaros. Mientras que en zonas de clima continental la alergia desencadenada por los pólenes será más frecuente. Pero si vemos la proporción de personas alérgicas es prácticamente la misma".

Eso provoca, por ejemplo, que una persona pueda manifestar diferentes alergias a lo largo de su vida. "Hay personas que han estado residiendo en la costa y allí han manifestado una alergia a los ácaros. Pero si después se trasladan al interior, se hacen alérgicos al polen. Eso ocurre porque tienen predisposición a ser alérgicos". Y otras que nunca la desarrollen o que lo hagan de forma tan leve que nunca sean diagnosticados como alérgicos.

La alergia, por tanto, tienen también una fuerte explicación hereditaria. Se sabe que el riesgo de padecerla en un individuo sin antecedentes de predisposición genética es de aproximadamente un 20%. Si uno de los padres es alérgico sube hasta la mitad. Y si ambos progenitores lo son, el riesgo puede elevarse hasta el 70.

Como explica el doctor Ignacio Moneo, de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), "no hay duda de que el asma y la rinitis alérgica tienen un fuerte componente de agregación familiar". Así, por ejemplo, según un artículo publicado por la citada SEAIC, entre miembros de familias rurales menores de 20 años, el 16% de las niñas y el 28% de los niños que habían nacido en familias en la que por lo menos uno de los componentes tenía asma o rinitis, las padecía a su vez. Estas cifras bajaban al 0'8% y el 1'5% respectivamente cuando ninguno de sus componentes tenía estas enfermedades.

Se calcula que uno de cada cuatro españoles sufre algún tipo de alergia, siendo la de polen de gramíneas una de las más habituales. En los niños, la afección tiene también una elevada incidencia, con uno de cada cinco que manifiestan alguna alergia de forma más o menos intensa. Los expertos estiman que en 2025 entre el 40 y el 50% de la población padecerá algún problema de tipo alérgico. La alergia se desencadena por una reacción exagerada de su sistema inmunitario ante lo que detecta como una amenaza. Como respuesta, produce inmunoglobulina E (IgE), causante de la reacción alérgica.

Este estudio midió los distintos niveles en sangre de 19 anticuerpos IgE diferentes. "Tener anticuerpos en sangre no quiere decir que uno sea alérgico. Hay mucha gente, por ejemplo, que tiene anticuerpos frente al anisakis, pero nunca ha tenido ninguna reacción. Es, simplemente, un marcador más de nuestra predisposición para poder desarrollar la enfermedad, pero no es una condición única. Se necesita una historia clínica que sea concluyente", afirma el doctor José Manuel Zubeldia, jefe del servicio de alergias del Hospital Gregorio Marañón, de Madrid.Este experto afirma que "en una alergia hay un componente genético, pero también otro ambiental".

Esa es precisamente la base de la "epigenética", una modalidad de la ciencia que explica que el ambiente resulta determinante. "Supone, por ejemplo, que un paciente puede tener determinadas características genétiacs para hacerse alérgico, pero si se expone en un ambiente con parásitos, con determinadas radiaciones, una alimentación determinada... su genoma se ve determinado para el desarrollo de la enfermedad". Los resultados vienen avalados por distintos estudios realizados, por ejemplo, en parejas de gemelos, en los que el desarrollo de la enfermedad fue diferente si habían mantenido distinto estilo de vida.¿La contaminación influye?

El estudio hoy conocido parece restar importancia a uno de los factores más destacados por algunos investigadores: el impacto de la elevada contaminación en el desarrollo de casos de alergia.

Hace unas semanas, la agencia de seguridad alimentaria y sanitaria francesa ANSES difundía un informe que indicaba que las alergias de tipo respiratorio se habían duplicado en los últimos 20 años en países industrializados. La Sociedad Catalana de Alergia e Inmunología señalaba hace un tiempo que la contaminación sí puede aumentar las posibilidades de padecer alergia incluso en población que no está predispuesta a ello.

¿Pueden estos factores, por sí mismos, producir alergia? "La contaminación, por ejemplo, produce dos cosas. Por un lado, el individuo que ya es alérgico ve intensificados sus síntomas porque se añade el efecto irritativo de los contaminantes ambientales. Y también hay estudios que demuestran que la contaminación ambiental es capaz de estimular el sistema inmunitario provocando alergias", explica el doctor Ojeda, "lo que sí parece claro es que si la predisposición genética es baja hay riesgo bajo. Se considera que la genética pesa más a que la contaminación ambiental".

La influencia de la contaminación es también corroborada por el doctor José Manuel Zubeldia, jefe del servicio de alergias del Hospital Gregorio Marañón, de Madrid. La polución produce irritación en las mucosas "lo cual las hace más permeables para que las sustancias que flotan en el aire penetren en el organismo. Y además, agrede a las plantas y hace que sus pólenes resulten más activos", explica este doctor. Incrementa los síntomas en personas que padecen alergia y, al ser los niveles más agresivos, provoca también que aparezcan personas nuevas que nunca hasta ahora la habían desarrollado. La polución hace que los pólenes desarrollen una proteina capaz de desencadenar la reacción alérgica.

También el cambio climático ha provocado que se registren más casos, ya que acelera y adelanta la polinización. La primavera se alarga, las estaciones se suavizan, y aparecen también nuevas plantas con pólenes más agresivos.

El doctor Ignacio Moneo apunta en un artículo a un interesante estudio realizado en Nueva Guinea, en el que se demostró que poblados situados más lejos de zonas civilizadas presentaban una nula tasa de alergia, mientras que el 63% de los hombres y el 49% de las mujeres que habían dado señales de asma habían vivido fuera de los mismos durante 5 años o más.














Mostrar comentarios