España apuesta por el diálogo entre los que “rechazan la violencia” para acabar con la crisis en libia


El Gobierno apuesta por el diálogo entre todas las partes que “rechazan la violencia y el terrorismo” para acabar con la inestabilidad en Libia. De esta manera, el Ejecutivo subraya la importancia de alcanzar una solución para esta crisis que “pasa necesariamente” por un entendimiento entre todos los actores en conflicto.
Así se pronunció el Gobierno en respuesta a las preguntas por escrito formuladas por el diputado del Grupo Parlamentario Socialista Álex Sáez Jubero acerca de las iniciativas de la política exterior del Ejecutivo previstas, en el marco de la UE y de la comunidad internacional, para ayudar a resolver la crisis política en Libia tras la anulación de las últimas elecciones al Parlamento de ese país.
En ese sentido, el Gobierno subrayó que con el propósito de favorecer el consenso entre los países más cercanos a Libia y ayudar a los libios a “salir de la actual crisis y retomar la senda de la transición democrática”, España organizó el pasado 17 de septiembre una conferencia internacional ministerial sobre el país norteafricano, que contó con la presencia de 16 países y cinco organizaciones internacionales.
Del mismo modo, y tras la anulación de los resultados de las últimas elecciones celebradas en Libia, el Gobierno recordó que está realizando consultas con distintos actores para determinar la conveniencia de convocar otra conferencia internacional que apoye los “esfuerzos de mediación” del representante especial del secretario general de Naciones Unidas en ese país, Bernardino León.
ESTABILIZACIÓN LIBIA
El Gobierno afirmó que España ha designado a un embajador en misión especial para Libia, con el propósito de “participar activamente” en las reuniones de coordinación de la comunidad internacional sobre esta cuestión. También enumeró que forma parte del grupo de contacto de la Unión Africana sobre ese país, así como del grupo restringido de consultas informales ‘G 3+4’ junto a EEUU, Reino Unido, Alemania, Italia, la Unión Europea y Naciones Unidas.
Por otra parte, el Ejecutivo recordó que “debido al deterioro de la situación de seguridad” en Libia, el Ejecutivo determinó la evacuación de los ciudadanos españoles y del personal de la embajada española y la suspensión temporal de actividades.
Por todo ello, el Ejecutivo insistió en que la legación española no ha sido cerrada, sino que “ha suspendido temporalmente sus actividades” en Trípoli, a la espera de que mejoren las condiciones políticas y de seguridad que permitan el retorno del personal y el normal funcionamiento de la misma.
DOS GOBIERNOS ENFRENTADOS
Por último, el Gobierno manifestó que Túnez, país desde el que se están desarrollando las funciones propias de la Embajada de Libia, es el país “más adecuado” para continuar desde allí estas labores por su cercanía y su posibilidad de viaje entre ambos países, por su gran concentración de nacionales libios en el exterior y por ser el lugar donde se dan cita interlocutores políticos libios e internacionales en su labor de diálogo sobre la situación en Libia.
Desde que en el año 2011 se produjo la deposición de Muamar Gadafi en Libia no ha parado de sucederse los enfrentamientos y la violencia entre las distintas facciones que dividen al país norteafricano.
La principal característica de Libia es que tiene dos primeros ministros, uno en Trípoli y otro en Tobruk, que luchan por conseguir el apoyo de las numerosas milicias que combaten en el país, que se cifran en 1.700. A todo ello se le añade el hecho de la irrupción del Estado Islámico y de Ansar al Sharia que han introducido el islamismo radical.
Por esa razón, la comunidad internacional está estudiando medidas a través de la celebración de distintas convenciones internacionales que contribuyan a estabilizar la situación en un país que, por su cercanía con Europa, es considerado capital para occidente.

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