España mantiene la esperanza en el proceso lanzado hace 20 años en Madrid

  • La celebración de la Conferencia de Paz incorporó a España al complejo proceso de Oriente Medio, en el que ha intentado sumar esfuerzos en los 20 años transcurridos desde entonces sin perder la esperanza en que las bases trazadas en Madrid conduzcan al final a un acuerdo entre israelíes y palestinos.

María Luisa González

Madrid, 28 oct.- La celebración de la Conferencia de Paz incorporó a España al complejo proceso de Oriente Medio, en el que ha intentado sumar esfuerzos en los 20 años transcurridos desde entonces sin perder la esperanza en que las bases trazadas en Madrid conduzcan al final a un acuerdo entre israelíes y palestinos.

En aquella reunión, que trajo a España a los principales dirigentes mundiales del momento para intentar resolver por la negociación el conflicto entre Israel y los palestinos, se fijaron los parámetros que pueden conducir a la paz.

Esa es la valoración que hace el anterior ministro español de Asuntos Exteriores y ex enviado especial de la UE para Oriente Medio Miguel Ángel Moratinos, que recuerda que en 1991 vivió intensamente aquel "momento estelar de la historia", en el que la diplomacia española, al mando del ya fallecido Francisco Fernández Ordóñez, se empleó a fondo para preparar la cita en solo diez días.

"Madrid fue sede de una conferencia que puso punto final a largas décadas de enfrentamientos y abrió la puerta al proceso de paz. Fue un momento estelar de la historia en el que se sentaron las bases y los principios para que pueda haber paz en Oriente Próximo", aseguró a Efe Moratinos.

En las dos décadas transcurridas "ha habido luces y sombras. El pesimismo de hoy se debe a que no se ha avanzado todo lo que se esperaba entonces, pero no todo ha sido negativo, ya que ha habido avances y progresos".

Entre los avances, enumera el acuerdo con Jordania o el abandono por Israel del sur del Líbano y de la Franja de Gaza.

"Queda mucho camino que recorrer, pero los parámetros de la paz están bien asentados", sostiene Moratinos, que cree que en la actualidad "estamos mejor que en el año 1991".

"Pese a las frustraciones, es más lo positivo que lo negativo, pese a que ha habido cosas como la barbarie terrorista, que afectó principalmente a los ciudadanos israelíes, y como foto negativa también está la expansión de los asentamientos, pero hay muchas más luces que sombras", agrega.

Sostiene además que "todos saben que no habrá paz en la zona sin un arreglo entre los israelíes y los palestinos", por ello ahora se trata, "puesto que ya conocemos los parámetros", de emplear a fondo la diplomacia.

En 1991, fue EEUU quien fraguó la convocatoria, ahora puede ser el Cuarteto y la UE los que trabajen "para convocar un Madrid II que pueda poner un punto final".

"Es todo cuestión de voluntad y de diplomacia. Todo el mundo es consciente de que hace falta negociar, por ello hay que acelerar y persuadir a los actores a que se sienten a la mesa", reitera Moratinos.

El secretario de Estado español de Asuntos Exteriores, Juan Antonio Yáñez-Barnuevo, también cree que pese al estancamiento que ha sufrido el proceso, "el espíritu de Madrid" sigue contribuyendo.

"Si bien supuso un gran avance en aquel momento para establecer los parámetros que deberían de presidir el proceso de paz", luego ese proceso "se ha ido atascando y estamos ahora precisamente en empujar de nuevo para sacarlo de ese atasco", declaró a Efe.

El "número dos" del Ministerio español de Exteriores, considera que "hay muchas cosas que han ocurrido desde entonces y en especial por parte palestina, han ido consolidando unas instituciones, una administración, unas fuerzas de seguridad y ya todo el mundo acepta que la única solución posible es la de dos estados, y conviene dar pasos concretos en esa dirección".

"Al final tendrá que ser por la negociación entre ellos con auspicios de la comunidad internacional, pero también tiene que haber estímulos para que eso ocurra", agregó Yáñez-Barnuevo, quien subrayó: "ponemos todo nuestro esfuerzo para que esto salga adelante".

Para Haizam Amirah, investigador principal del Real Instituto Elcano para el Mediterráneo y el Mundo Árabe, entre el momento actual y octubre de 1991 cuando se celebró la conferencia se han producido una serie de acontecimientos que han convertido el optimismo inicial entre las poblaciones de la región en un sentimiento de frustración.

"En el contexto actual, no deja de ser un eufemismo hablar de proceso de paz", declaró Amirah a Efe.

El experto cree que "falta voluntad política y falta presión sobre quienes tienen más poder y capacidad de influir en el conflicto".

Por otra parte considera que los movimientos democratizadores conocidos como la Primavera Árabe "acabarán transformado la naturaleza del conflicto" entre Israel y los palestinos.

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