España sí está acostumbrada al pacto: el 34% de los gobiernos regionales desde 1981 fueron en coalición

    • De 170 gobiernos autonómicos entre 1981 y 2015, sólo 67 de ellos -el 39,4%- estaban formados por un partido con mayoría parlamentaria y un 26,5%, en minoría, según destacaba Politikon.
    • Los gobiernos que menos duran son los de coalición sin mayoría absoluta: poco más de dos años. Podemos y C's forzarán gobiernos en minoría de PP y PSOE, que suelen durar menos de tres años.
¿Cuáles son las diez claves para convertirse en un buen negociador político?
¿Cuáles son las diez claves para convertirse en un buen negociador político?

El 5 de mayo de 2009, el socialista Patxi López se convirtió en el primer lehendakari no nacionalista. Lo hizo gracias a los votos de los 13 diputados autonómicos del Partido Popular, que junto a los 25 socialistas y uno de Unión Progreso y Democracia (UPyD) conformaban la mayoría necesaria para materializar una revolución pacífica en el País Vasco y un hecho casi excepcional en la democracia española, el acuerdo entre el Partido Popular y el Partido Socialista.

El pacto y los acuerdos entre PP y PSOE son algo prácticamente insólito en España, incluso han sido duramente criticados como un ejemplo de traición a los idearios, aparentemente irreconciliables. Sin embargo, los pactos, acuerdos y apoyos de gobernabilidad entre diferentes formaciones no es infrecuente, en un contexto en el que, pese a lo que se ha podido trasladar, no son tan habituales las mayorías absolutas en comunidades y ayuntamientos. Lo inusual, sin embargo, como paso tras el 24-M, es que en ninguna de las comunidades se pueda formar gobierno sin tener que negociar.

Según destacaba recientemente Politikon, los gobiernos de coalición o en minoría a nivel autonómico no han sido ni mucho menos infrecuentes. Así, de 170 gobiernos autonómicos entre 1981 y 2015, sólo 67 de ellos -el 39,4%- estaban formados por un partido con mayoría parlamentaria. Mientras, el resto fueron gobiernos de coalición -el 34,1%- o en minoría -26,5%-.

De hecho, en determinadas comunidades los pactos a varias bandas han sido imprescidibles para facilitar la gobernabilidad en muchas legislaturas. Es el caso de Aragón, Baleares, Canarias, Cataluña, País Vasco o Navarra. Sin embargo, en Castilla-La Mancha, Comunidad de Madrid, Murcia y Extremadura, nunca han sido necesarias coaliciones para gobernar, aunque en esta última comunidad, así como en Asturias, los gobiernos en minoría han sido frecuentes y necesarios los apoyos tácitos de la Cámara o los pactos de gobernabilidad.¿La falta de mayorías provoca inestabilidad?

El pasado jueves, el presidente de la Xunta de Galicia y líder del Partido Popular de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, alertaba de que a los gobiernos locales les espera, tras las elecciones del pasado 24 de mayo, "una inestabilidad que no se conocía desde 1978". La advertencia de Feijóo no ha sido excepcional y han sido muchos los que han alertado de que el fin del bipartidismo y de los gobiernos de mayorías, debido a la irrupción de Ciudadanos y Podemos, conllevará complicaciones para gobernar e inestabilidad. Es habitual pensar que los gobiernos sin mayoría o en coalición harán menos cosas, en el segundo caso porque resultará más difícil poner de acuerdo a todos los compañeros viaje, con diferentes propuestas e idearios.

Sin embargo, esta premisa parece alejarse de la realidad. En el artículo de Politikon, firmado por Pablo Simón y María Ramos, han calculado la supervivencia de los gobiernos autonómicos en España a partir de situaciones como la convocatoria de nuevas elecciones, de la presentación de una moción de censura o de la salida o entrada de partidos en el Ejecutivo. Cuando no cambian los apoyos parlamentarios sino que simplemente se da un reemplazo en la presidencia por una persona del mismo partido se ha considerado como el mismo gobierno.

Los gobiernos que menos duran son los que incorporan coaliciones que no alcanzan la mayoría absoluta y el final de estos se produce, habitualmente, por la salida de alguno de los partidos que forman el Ejecutivo. De media su duración está en dos años y tres meses.

En el polo opuesto los más estables -duraderos- son los gobiernos de mayoría absoluta, en los que un solo partido dispone de apoyos parlamentarios suficientes para terminar la legislatura. Duran los cuatro años previstos.

Mientras, los segundos más duraderos -en torno a tres años y un mes de media- son los gobiernos de coalición mayoritaria. Por su parte, los gobiernos en minoría duraron de media dos años de nueve meses.

Tanto Podemos como Ciudadanos, con la vista puesta en las generales que previsiblemente se celebrarán en noviembre, no están dispuestos a participar en gobiernos de coalición con el Partido Popular o con el PSOE, aunque la formación de Pablo Iglesias si está bastante inclinada a facilitar gobiernos socialistas.

Mientras, el partido que lidera Albert Rivera evalúa sus apoyos, condicionados al cumplimiento de compromisos contra la corrupción, pero no aceptará sillones ni participará en gobiernos con los partidos tradicionales sino los lidera.

Por tanto, la situación que se espera es de cierta inestabilidad, ya que los gobiernos serán de minoría en las comunidades y no de coalición mayoritaria.El multipartidismo, una bendición

En un reciente artículo de opinión publicado en El País, Víctor Lapuente Giné, profesor en el Instituto para la Calidad de Gobierno de la Universidad de Gotemburgo, destacaba el terror injustificado a las coaliciones y a la fragmentación política, asegurando que "el cambio tectónico de una política fundamentalmente bipartidista a otra multipartidista es en general una bendición. Sobre todo en tiempos de crisis, los gobiernos débiles producen resultados más robustos. Son más reformistas, menos corruptos y más progresistas".

Destaca el profesor que "sin ganadores ni perdedores absolutos, las reformas se solidifican y sobreviven a sucesivos cambios de color político. A la inversa, las reformas de Gobiernos fuertes como los de Thatcher, Rajoy o Cameron ahora, presentan una bella factura ideológica, pero son frágiles como el cristal. El inevitable péndulo de la alternancia política tarde o temprano las romperá".

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