Eta. El fiscal pedirá mañana 57 años de cárcel para el etarra carasatorre por el atentado contra el cuartel de arnedo


El fiscal Carlos Bautista pedirá mañana, jueves, a la Audiencia Nacional que imponga al etarra Juan Ramón Carasatorre un total de 57 años de cárcel, al acusarle de ser uno de los autores materiales del atentado contra el cuartel de la Guardia Civil en Arnedo (La Rioja), que tuvo lugar en la madrugada del 17 de agosto de 1995.
El representante del Ministerio Público hará esta petición en el juicio que la Audiencia Nacional celebrará este jueves contra Carasatorre, al que atribuye delitos de estragos terroristas, atentado, detención ilegal, utilización ilegítima de vehículo a motor, tenencia de explosivos, tenencia de armas y falsificación de matrículas.
El escrito del fiscal Bautista señala que en el año 1995 Carasatorre integraba el “comando Donosti” de ETA junto a Valentín Lasarte y el que más tarde fue jefe militar de la banda Francisco Javier García Gaztelu, alias “Txapote”. Este grupo recibió de la dirección de la organización terrorista la orden de atentar contra el cuartel de la Guardia Civil en Arnedo, acción para la que recibieron 90 kilos de explosivos.
Tras desplazarse hasta Arnedo para recabar la información necesaria, los terroristas elaboraron dos artefactos explosivos en un piso franco que tenían en la localidad guipuzcoana de Ibarra.
Carasatorre y los demás integrantes del “comando Doností” llegaron a Arnedo sobre las 3.00 horas de la madrugada del 17 de agosto de 1995.
Cuando iban a colocar las dos bombas junto a la fachada trasera del cuartel de la Guardia Civil, los etarras fueron sorprendidos por dos agentes de la Policía Municipal. Los terroristas abandonaron los artefactos sobre el capó de dos coches estacionados en el aparcamiento del cuartel e iniciaron la fuga.
Las bombas explotaron sobre las 3.50 horas, hiriendo levemente a algunas personas y provocando cuantiosos daños materiales.
LARGA HUIDA
En su huida de Arnedo, la excesiva velocidad provocó que el acusado y sus acompañantes se salieran de la carretera cerca de Calahorra (La Rioja). Los terroristas consiguieron detener el vehículo de la Policía Municipal que les perseguía, encañonando a los dos agentes, a los que abandonaron maniatados antes de continuar la fuga en el coche-patrulla.
Poco después, los etarras consiguieron hacerse con el vehículo de un particular al que engañaron simulando ser policías. Aun así, los miembros del “comando Donosti” fueron interceptados por una patrulla de la Ertzaintza, iniciándose una nueva persecución.
Carasatorre y sus compañeros acabaron abandonando el vehículo en un camino forestal de la localidad de Ullibarri-Viña (Álava). Los tres terroristas comenzaron entonces una huida a pie que se prolongó durante cinco días, caminando durante las horas de noche y escondiéndose entre la maleza durante el día.
Finalmente llegaron el 22 de agosto a un camping de la localidad alavesa de Otazu y se introdujeron en una caravana, a cuyos propietarios encañonaron, obligando a uno de ellos a trasladarles en su vehículo hasta la localidad de Andoain (Guipúzcoa).

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