Eta. La guardia civil asegura que la policía hizo cortes en el video clave del “faisán”


Los peritos de la Guardia Civil han remitido un informe al juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz en el que aseguran que los cortes en la cinta de video que grabó el exterior del bar “Faisán” de Irún (Guipúzcoa) el día que tuvo lugar el chivatazo a ETA fueron intencionados y señalan que los mismos fueron realizados “en el momento de la grabación”, realizada por agentes de la lucha antiterrorista de la Policía Nacional.
El informe descarta, según indicaron fuentes jurídicas, que los cortes de la cinta fueran “accidentales”. El video de la cámara que grabó la entrada al bar “Faisán” durante todo el 4 de mayo de 2006, día en el que se produjo el chivatazo que alertó a ETA de la operación que se iba a llevar a cabo contra su aparato de extorsión, fue entregado al juez Ruz con cortes en la grabación.
La cinta remitida a la Audiencia Nacional no recogía el momento en el que una persona –presuntamente un agente de Información de la Policía Nacional- entregó un teléfono móvil al dueño del bar "Faisán", Joseba Elosua, el supuesto enlace de la red de extorsión de ETA, con el que se le advirtió de la operación policial que iba a llevarse a cabo.
Los peritos de la Guardia Civil señalan además que los cortes fueron realizados en el momento de la grabación. Esto quiere decir que los agentes policiales que se encargaban de la cámara de video enfocada a la entrada del bar “Faisán” decidieron parar la grabación para reiniciarla más tarde.
Las fuentes consultadas señalaron que el juez Ruz recibió el informe de la Guardia Civil el pasado viernes y dictó una providencia para dar traslado del mismo a todas las partes personadas. El magistrado encargó esta diligencia a la Guardia Civil al tener en cuenta que podría haber agentes de la Policía Nacional implicados en los cortes existentes en la grabación.
CADENA DE CUSTODIA
Esta prueba pericial fue ordenada por el juez Ruz el pasado 24 de enero junto a una serie de diligencias encaminadas a intentar resolver todos los cabos sueltos en torno al chivatazo. El magistrado pidió además en aquella ocasión a la Policía Nacional que refleje en un informe la “certificación de la cadena de custodia” de la cinta de vídeo desde que fue grabada hasta que fue entregada a la Audiencia Nacional.
Todas estas diligencias fueron encargadas antes de que el investigador del chivatazo a ETA y jefe del operativo, el comisario Carlos Germán, fuera acusado por uno de sus superiores de poner trabas a la investigación y de haber intentado borrar una prueba clave.
El superior jerárquico de Germán, José Cabanillas, que en el momento de los hechos era comisario jefe de la Unidad Central de Inteligencia de la Policía Nacional, aseguró hace dos semanas ante el juez de la Audiencia Nacional que el investigador intentó borrar la baliza de sonido en la que se recoge una conversación mantenida en el coche del enlace del aparato de extorsión de ETA y dueño del bar “Faisán” de Irún, Joseba Elosua, entre éste y su cuñado, Carmelo Luquín, momentos después del chivatazo.
En la conversación, Elosua le comentaba a su cuñado que le seguían y que una persona le había advertido en su bar de la operación que se iba a llevar a cabo contra el aparato de extorsión de ETA.
“RIESGOS POLÍTICOS”
José Cabanillas relató, además, las reticencias de Carlos Germán para llevar a cabo la operación contra el aparato de extorsión de ETA. Según el antiguo comisario jefe de Inteligencia, Germán llegó a decir que les iban “a crucificar” si llevaban a cabo la operación.
El testigo ratificó así el informe que ya remitió a la Audiencia Nacional en el que señalaba que durante el 3 de mayo de 2006, un día antes del chivatazo, Germán fue “reticente” a llevar a cabo el operativo contra el aparato de extorsión en torno al bar “Faisán” de Irún “argumentando que era una operación que conllevaba riesgos políticos dado el momento de la tregua de ETA, así como la presunta implicación de un miembro destacado del PNV, Gorka Aguirre”.

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