Eta. “txeroki” ordenó atacar con granadas la base de torrejón de ardoz


El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco ha procesado al que fuera máximo jefe militar de ETA, Garikoitz Aspiazu, alias “Txeroki”, por las acciones terroristas perpetradas por los comandos “Kresala” y “Tontor” y por ordenar atacar con lanzagranadas la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid).
El auto de procesamiento dictado hoy por Velasco señala que en el verano de 2005 los presuntos etarras Aitzol Etxaburu, Asier Badiola e Igor Martín Niño formaron el denominado “comando Kresala” bajo las órdenes de “Txeroki”.
Los tres vecinos de la localidad vizcaína de Ondarroa viajaron ese verano a Francia para recibir un cursillo de adiestramiento de manejo de armas y explosivos a manos de Harriet Aguirre, Idoia Mendizábal e Aitzol Iriondo, el etarra que años después, a finales de 2007, llegó ser el máximo dirigente militar de la banda.
ERRORES DEL COMANDO
Fue el propio “Txeroki” quien les marcó los objetivos contra los que debían actuar. El dirigente etarra les ordenó atacar con granadas la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) así como realizar atentados contra un oleoducto
-del que se les proporcionó un plano-, contra la casa de un empresario y contra una sucursal bancaria en la provincia de Álava.
Todas estas acciones terroristas no pudieron llevarse a cabo debido a los errores cometidos por el comando en su primer atentado, perpetrado el 24 de septiembre de 2005 contra el polígono industrial de Vicolozano (Ávila) mediante una furgoneta cargada de explosivos.
Etxaburu cometió un error que llevó a la desintegración del comando y precipitó su huida a Francia. La policía rastreó la llamada realizada para reivindicar el atentado del polígono industrial y acabó dando con el teléfono de Etxaburu e identificándolo como uno de los etarras que habían participado en la acción.
La dirección etarra le ordenó permanecer en Francia al considerar que estaba “quemado”, es decir, que había sido identificado por la policía y, por lo tanto, ya no podía actuar en el anonimato.
ESCASEZ DE ETARRAS
Pero la presión de las fuerzas de seguridad y las continuas detenciones de militantes llevaron a lo largo del año 2007 a ETA a una situación complicada en la que la dirección tuvo que tomar decisiones arriesgadas.
La falta de efectivos llevó al que fuera responsables militar de la banda terrorista, Garikoitz Aspiazu Rubina, alias “Txeroki”, a poner de nuevo en “circulación” a Etxaburu en el mes de septiembre de 2007.
“Txeroki” le ordenó volver a España y montar un nuevo comando. Cumpliendo estas instrucciones, Etxaburu volvió a Vizcaya, donde recuperó para ETA a Badiola, captó a Ibón Iparraguirre y juntos pusieron en marcha el nuevo comando, denominado “Tontor”.
Martín Niño no se sumó al nuevo comando ya que la directiva etarra le había "desterrado" del País Vasco como castigo por haber ido alardeando de ser de ETA de manera "ostentosa y pública".
Badiola, Iparraguirre y Etxaburu llevaron a cabo la voladura de un repetidor en Azpeitia (Guipúzcoa), la colocación el 20 de abril de 2008 de un artefacto con tres kilos de explosivo en la Casa del Pueblo de Elgoibar (Guipúzcoa) así como dos ataques contra las obras del Tren de Alta Velocidad.
Tras estos atentados, y ante el riesgo de ser descubierto por la policía, Etxaburu decidió volverse a Francia, no sin antes ordenar a Badiola e Iparraguirre realizar el atentado contra la comisaría de la Ertzaintza en Ondarroa, cometido el 21 de septiembre de 2008 y en el que fueron heridos varios agentes.
El comando perdió todo contacto con la dirección etarra tras las detenciones en noviembre y diciembre de 2008 de “Txeroki” e Iriondo.
DIRECCIÓN ETARRA
Velasco acusa a “Txeroki” e Iriondo de un delito de pertenencia a organización terrorista en grado de dirigente “por sus tareas de marcar objetivos, conformar y estructurar comando operativos de ETA, entrenarlos, citarlos para trasvasar información y dotarlos de material explosivo y armas para ejecutar las acciones”.
El magistrado también les atribuye dos delitos de colocación de explosivos con daños terroristas en grado de inductores y un delito adicional de tráfico de explosivos y armas como cooperadores necesarios.
Velasco procesa además a los dirigentes etarras Harriet Aguirre e Idoia Mendizábal por un delito de pertenencia a organización terrorista en grado de dirigentes.
El titular del Juzgado de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional procesa además a Igor Martín, Aitzol Etxaburu, Asier Badiola, Zunbeltz Bedialauneta, Olaitz Lema, Ibón Iparraguirre, Urtza Alkorta por un delito de integración en organización terrorista. El juez atribuye a varios de ellos delitos de tráfico y tenencia de explosivos y armas, colocación de explosivos y daños terroristas.
COCAÍNA Y MARIHUANA
Velasco procesa por último a Arnatz Aranbarri, Xabier Aramburu, Andoni Lariz, Xeber Uribe, Jon Iñaki Esnaola y Javier Zubizarreta por un delito de colaboración con organización terrorista.
El magistrado atribuye además a Zubizarreta un delito contra la salud pública ya que en su domicilio en Mutriku (Guipúzcoa) los agentes encontraron varias bolsas de plástico con cocaína, distintas cantidades de marihuana y tres balanzas de precisión, lo que hace pensar que se dedicaba al narcotráfico.
El juez fija una fianza pecuniaria –para hacer frente a las responsabilidades civiles si son condenados- de 60.000 euros para Aspiazu, Iriondo, Etxaburu, Badiola e Iparraguirre, y de 10.000 euros para Aranbarri, Lariz, Uribe, Zubizarreta y Esnaola. Ha citado además a todos los procesados para el próximo 17 de febrero para comunicarles su procesamiento.

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