La mayoría de las agresores denunciados fueron hombres de 26 a 45 años y los hechos ocurrieron dentro del círculo familiar, expuso el experto Marvin García, de la Coordinadora Nicaragüense de Organizaciones que trabajan con la Niñez (Codeni).
"Hay que hacer algo porque esas estadísticas reflejan un panorama sombrío para la nación", advirtió el especialista.
Según García, la arraigada cultura machista de la sociedad nicaragüense y la impunidad que existe alrededor de estos delitos alienta la violencia sexual, a pesar del moderno marco legal que Nicaragua tiene en la materia.
El experto llamó a "transformar las prácticas arraigadas en la cultura nicaragüense que sustentan la violación".
Señaló a la vez que la falta de acceso a estadísticas oficiales actualizadas les impide conocer qué porcentaje de las niñas abusadas el año pasado habrían quedado embarazadas y si los agresores fueron castigados por la justicia.
Los últimos datos disponibles del Ministerio de Salud, de 2012, revelaron que 1.621 niñas nicaragüenses menores de 13 años habían quedado embarazadas ese año.
Consideró que los embarazos de menores ofrecen "una ruta para denunciar" y castigar la violación de niñas.
La legislación nicaragüense pena con 12 a 15 años de prisión a la persona que tenga relaciones sexuales con menores de 14 años.
Los nicaragüenses tienen una tasa de natalidad de 23,2 nacidos vivos por cada 1.000 habitantes, la tercera más alta en Centroamérica después de Guatemala (30,5) y Honduras (25,3), según datos del Banco Central de Nicaragua.
Cifras de las Naciones Unidas presentadas al foro indican que más de seis millones de niñas y adolescentes de América Latina y el Caribe sufren cada año abusos sexuales.
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