Exempleado de la NSA cree que Francia se equivoca de método contra los yihadistas

  • Francia "sigue el mismo camino hacia el fracaso que trazó Estados Unidos", afirma William Binney, un antiguo oficial de la agencia estadounidense de Seguridad (NSA), que se muestra muy crítico con la estrategia de París para luchar contra los yihadistas.

Binney estuvo el miércoles en Estrasburgo (este de Francia) para participar en el Foro de la Democracia organizado por el Consejo de Europa sobre el tema "Libertad frente a control". Su charla "Vigilancia, ¿cuál es la dosis correcta?" estaba de actualidad tras los atentados del 13 de noviembre en París.

El experto dimitió de la NSA en octubre de 2001, poco después de los atentados del 11 de septiembre, y se convirtió en un crítico acérrimo de la administración de George W. Bush.

Binney considera que es "muy probable" que las libertades públicas formen parte de las "víctimas" colaterales de los atentados en París. "Eso es lo que ocurrió en Estados Unidos después del 2001", recuerda.

En Estados Unidos, "podríamos haber elegido un enfoque racional de los servicios de inteligencia (...), pero en lugar de eso elegimos la recogida masiva de información", explica. "Lo que no paro de decir es que esa receta es un fracaso asegurado".

"Si su objetivo es encontrar a personas que (...) masacraron a gente, disponer de un batiburrillo de datos sobre todos los habitantes del planeta le ayudará a encontrarlos, pero si su objetivo es impedir la matanza antes de que se produzca, entonces no es la buena forma de actuar".

Según él, "el buen método consiste en analizar los datos de forma racional y en centrar los análisis en zonas específicas y en personas específicas sobre las que se tienen sospechas, terroristas conocidos, narcotraficantes".

Binney suele recordar el tiroteo que se produjo en mayo de 2015 en Garland (Texas) contra un concurso de caricaturas del profeta Mahoma. "Dos días antes, (el grupo de piratería informática) Anonymous había avisado a los policías de Garland de que esto iba a ocurrir, y nuestros servicios de inteligencia, por los que pagamos unos 100.000 millones de dólares al año para que recojan una mezcla de datos en todo el mundo, no hicieron absolutamente nada".

El exempleado de la NSA no quiere pronunciarse sobre la posibilidad de que Francia adopte una suerte de "Patriot Act", pero preconiza un "debate abierto" sobre el tema de la recogida de datos a escala mundial, entre los gobiernos y también entre los actores de los sistemas judiciales.

"Podríamos respetar la vida privada de casi todos los habitantes del planeta", asegura.

Francia adoptó en junio una controvertida ley sobre los servicios de inteligencia en nombre de la lucha antiterrorista, que suscitó muchas críticas respecto al riesgo de "vigilancia masiva" que implica.

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