Cahuzac, de 63 años, ex adalid de la ortodoxia presupuestaria, comparece ante el tribunal correccional de París por fraude fiscal y blanqueo y por haber "disminuido" su declaración de patrimonio cuando entró al gobierno, en 2012. Es pasible de una pena de hasta siete años de prisión y una multa de dos millones de euros.
"El proceso de una enorme mentira", "Pinocho en el ministerio": los medios de información franceses multiplicaban la referencia a un "comportamiento caricaturesco" que llevó al extremo el "haced lo que yo dijo pero no lo que yo hago".
La revelación de la existencia de su cuenta en el extranjero, que él negó tajantemente en un primer momento, causó un terremoto político en Francia y zarandeó el gobierno del presidente socialista François Hollande, que había prometido un Estado "ejemplar".
Obligado a dimitir en marzo de 2013, Cahuzac renunció a todos sus mandatos electivos y se retiró de la política.
El proceso se abre el lunes por la tarde y está previsto en principio hasta el 18 de febrero. No obstante, podría durar muy poco, ya que la defensa se propone presentar una "cuestión prioritaria de constitucionalidad" ante el Consejo Constitucional, lo que significaría un aplazamiento de varios meses.
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