Expresidente Lugo dice que la matanza de Curuguaty fue "un escenario montado"

Santi Carneri

Asunción, 22 jun.- El expresidente paraguayo Fernando Lugo afirmó que la matanza de once campesinos y seis policías en Curuguaty en 2012 que ocasionó su cese, del que se cumplen hoy dos años, fue "un escenario montado" y la antesala de "una gran conspiración para justificar" su destitución por el parlamento.

"El precio que se ha pagado ha sido muy alto para los policías y campesinos y sus familiares, para el país que ha quedado aislado en la región y más allá de la región", dijo el exmandatario en una entrevista con Efe en su domicilio de Asunción.

Lugo, quien fue obispo católico en la pobre región de San Pedro, donde los conflictos entre campesinos y terratenientes están a la orden del día, llegó al poder en 2008 apoyado por movimientos sociales, en una inédita alianza con el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA).

Con su victoria electoral rompió con 61 años de hegemonía del Partido Colorado.

El 15 de junio de 2012, un operativo policial común, como muchos otros realizados durante las numerosas ocupaciones campesinas de tierras para reclamar terrenos donde establecerse, estalló en un intercambio de tiros.

"No quería creer lo que estaba pasando, yo estaba en el Ministerio de Agricultura en ese momento", recuerda Lugo, quien asegura que ni el Gobierno ni los propios campesinos esperaban que un diálogo rutinario con la Policía terminara en un tiroteo.

"Esto fue un montaje que sirvió de disparador para poder justificar ese juicio político express", dice el expresidente, que recuerda que hubo otras amenazas previas de juicio político contra él.

Tras la matanza, el PLRA y el Partido Colorado se aliaron para destituir una semana más tarde a Lugo en un juicio parlamentario, donde en menos de 48 horas fue declarado culpable de "mal desempeño de sus funciones".

Le sustituyó su vicepresidente, el liberal Federico Franco, que gobernó hasta agosto de 2013, cuando entregó el poder al colorado Horacio Cartes, ganador de las elecciones de ese año.

"Primero se decía que los campesinos habían emboscado a los policías, algo fuera de toda lógica y racionalidad, ¿Cómo puede ser que máximo 30 campesinos puedan emboscar a 245 policías? Creo que eso no goza de mucha credibilidad", dice el ahora senador del Frente Guasú sobre la hipótesis que defiende la Fiscalía.

"Hubo elementos extrajudiciales que han actuado allí, llámese francotiradores, personas fuera del contexto de ese enfrentamiento", dijo Lugo, quien recalcó que la Fiscalía "tenía seis meses para investigar, acusar, juicio oral y condena", pero el juicio solo comenzará el próximo 26 de junio, dos años después.

Trece campesinos enfrentarán cargos de invasión de inmueble ajeno y asociación criminal y diez de ellos también por intento de homicidio de los policías, tras pasar por dos años de cárcel preventiva y domiciliaria, mientras que no hay imputados por la muerte de los once labriegos.

"¿Quién enciende la chispa de la violencia en ese lugar? Ahí está la gran duda", declaró Lugo, quien aseguró que la investigación del Ministerio Público fue "una nebulosa" que "ha creado más dudas aun".

"La sociedad paraguaya necesita una explicación racional, convincente, de lo que ocurrió, mientras eso no lo tengamos va a ser muy difícil que, inclusive, vuelva la paz social" al país, abundó.

Lugo aprovechó la entrevista para defender su reacción al conflicto y dijo que la dimisión de su ministro de Interior, Carlos Fillizzola, fue "porque la clase política demandaba algo, pero en realidad él no fue responsable del operativo".

Lugo cree que tampoco se puede culpar a los agentes ni al comisario de la Policía, Erven Lovera, el primer fallecido, quién dirigía el operativo, y aseguró que las irregularidades por la falta de control policial de los cuerpos y pruebas tras la masacre fue de la Fiscalía.

Lugo aseguró que durante su Gobierno intentó recuperar las tierras ocupadas por los campesinos, conocidas como Marina Cue. El ya fallecido dirigente del Partido Colorado Blas N. Riquelme "se apropió, explotó y usufructuó" esas tierras, según el expresidente, que insiste en que son del Estado.

"Pero íbamos paso a paso, no se podía recuperar al mismo tiempo las casi 7 millones de hectáreas de tierras mal adjudicadas durante las décadas anteriores", añadió Lugo.