Fallece imputado por crimen de obispo Angelelli durante dictadura argentina

  • El expolicía Juan Carlos Romero, uno de las tres personas que desde noviembre próximo iban a ser sometidos a juicio por el crimen del obispo Enrique Angelelli durante la última dictadura en Argentina (1976-1983), falleció el viernes pasado, informó hoy la prensa local.

Buenos Aires, 15 sep.- El expolicía Juan Carlos Romero, uno de las tres personas que desde noviembre próximo iban a ser sometidos a juicio por el crimen del obispo Enrique Angelelli durante la última dictadura en Argentina (1976-1983), falleció el viernes pasado, informó hoy la prensa local.

El excomisario Romero murió en su casa de la norteña provincia de La Rioja, donde cumplía arresto domiciliario, según la agencia oficial Télam.

La muerte de Romero deja como únicos imputados por el asesinato de Angelelli al exgeneral Luciano Benjamin Menéndez y al exvicecomodoro Luis Fernando Estrella, que afrontan cargos por presunto homicidio calificado y asociación ilícita agravada.

En el marco de esta causa, la Justicia ordenó en 2011 la detención del expresidente de facto Jorge Rafael Videla, fallecido en mayo pasado, y del exministro del Interior Albano Harguindeguy, quien murió en octubre de 2012.

Además del crimen de Angelelli, Menéndez y Estrella serán juzgados en el mismo proceso oral que se iniciará en noviembre próximo en La Rioja por la tentativa de homicidio calificado en perjuicio de Arturo Aído Pinto, colaborador del prelado.

Angelelli, que formó parte de un grupo de obispos que denunció las violaciones de derechos humanos cometidas durante la dictadura argentina, murió en 1976 al volcarse la camioneta que conducía por una carretera de La Rioja, a 1.150 kilómetros al noroeste de Buenos Aires.

En el momento de su muerte, el obispo, que tenía 53 años, llevaba consigo un informe con las pesquisas que había realizado sobre el asesinato de dos sacerdotes y un laico a manos de militares.

El régimen militar atribuyó la muerte de Angelelli a un accidente automovilístico cerca de la localidad riojana de Punta de los Llanos.

El obispo y su colaborador regresaban hacia la capital provincial tras una misa en la localidad de Chamical en recuerdo a los sacerdotes Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville, asesinados por la dictadura en julio de 1976.

Pinto declaró ante la Justicia que el vuelco del automóvil que conducía Angelelli fue provocado por otro vehículo que les persiguió y encerró y que, después del percance, tras recuperar la conciencia, vio el cuerpo de Angelelli fuera del vehículo con signos de lesiones en la nuca.

La necropsia confirmó que el prelado falleció de un golpe con un elemento contundente en el hueso occipital y que sufrió además la fractura de varias costillas, entre otras lesiones.

En 2006, la Justicia reabrió la investigación por la muerte del obispo para procesar a los responsables del crimen.

Durante la etapa instrucción de la causa, la Justicia estableció que Angelelli fue asesinado porque estaba tras las pistas de los homicidios de Murias y Longueville, crímenes por los que en diciembre de 2012 fueron condenados a prisión perpetua Menéndez, Estrella y el policía Domingo Benito.

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