Falta coordinación latinoamericana en el G20, según analista Carlos Malamud

  • A pesar de contar con tres países en el G20, América Latina carece de coordinación en ese foro, en parte por la falta de una postura común frente a las crisis globales, dijo hoy el catedrático y analista internacional Carlos Malamud.

México, 22 jun.- A pesar de contar con tres países en el G20, América Latina carece de coordinación en ese foro, en parte por la falta de una postura común frente a las crisis globales, dijo hoy el catedrático y analista internacional Carlos Malamud.

"De alguna manera, (Latinoamérica) está sobrerrepresentada (en el G20) en cuanto a otras regiones del mundo, pero el grado de coordinación en acciones, políticas y propuestas es prácticamente cero", afirmó Malamud en una entrevista con Efe.

Argentina, Brasil y México son los tres países con asiento permanente en el G20, un foro de consultas internacionales que cada día ocupa más espacios para orientar políticas conjuntas mundiales.

Malamud, investigador para América Latina del Real Instituto Elcano, de visita en México, dijo que el G20, que acaba de tener su cumbre en el municipio mexicano de Los Cabos, se ha visto beneficiado por la "presidencia extraordinaria" de ese foro que le corresponde este año a México.

"México, con bastante acierto, supo poner un perfil más político a la cumbre", agregó Malamud, que citó los esfuerzos para sumar al G20 a hombres de negocios de todo el mundo, el llamado B20, y "think tanks" que aportaron una "perspectiva más científica" a la crisis.

Sobre el papel latinoamericano en el G20 y en el contexto mundial, el analista recordó que, meses atrás, el presidente dominicano, Leonel Fernádez, "se quejaba amargamente de que no había ninguna postura común de América Latina frente a la crisis".

Aunque Brasil forma parte también de un grupo de economías emergentes conocido como los BRICS (integrado también por Rusia, India, China y Sudáfrica), ahí "la coordinación es más fácil en algunas cuestiones, y en otras es prácticamente imposible".

"Sobre todo teniendo en cuenta las diferentes historias de estos países", con modelos políticos y económicos distintos, especialmente los de Rusia y China, añadió Malamud.

"Conciliar estos puntos de vista en temas tan delicados como los del G20 es difícil", agregó.

En noviembre de este año México entregará la presidencia de turno del G20 a Rusia, donde se celebrará la próxima cumbre del foro, pero Malamud cree que aún es pronto por averiguar qué perfil puede darle Moscú a esta iniciativa.

"Creo que los rusos deben tener bastante verde su agenda en el tema, y hay un problema añadido, que es el perfil internacional del (presidente Vladimir (Putin), que no va a ayudar", agregó.

Malamud se refirió también al futuro de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), creada hace dos años y que está intentando buscar un hueco en las relaciones regionales con un esquema del que están excluidos Estados Unidos y Canadá.

"El proceso de integración latinoamericana en estos momentos está atravesando una crisis en la cual las cosas se intentan solucionar con una permanente huida hacia adelante. Están creando instituciones nuevas, pero al mismo tiempo no se decide qué hacer con las viejas", agregó Malamud.

"En este momento -añadió-, los dos procesos de integración regional que más han dado de hablar son por un lado Unasur (creado en el 2008 e integrado por doce naciones sudamericanas) y por otro lado la CELAC, pero en ambos casos se plantea más como un foro de concertación política, como un foro de discusión política, que como un proceso de integración propiamente dicho".

Pero el catedrático de Historia de América en la Universidad Nacional de Educación a Distancia de España, el proceso que "puede cambiar radicalmente" la integración regional es la Alianza del Pacífico, surgida el año pasado y de la que forman parte Chile, Colombia, Perú y México, con Panamá y Costa Rica como observadores.

"A diferencia de la CELAC y de Unasur, la Alianza pone el acento en cuestiones económicas, también por supuesto políticas, pero en cuestiones económicas como la libre vinculación de bienes, personas, capitales y servicios", añadió.

Esta iniciativa "pone nerviosos a los críticos del libre comercio", como los países del ALBA, "y de momento también excluye a Brasil, aunque no de forma definitiva", agregó.

"Ahí lo importante va a ser qué hace Brasil en relación con la alianza, supongo que esperará un tiempo a ver por dónde van los tiros", agregó el analista internacional.

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