Fernández díaz cesó al hijo de tejero por “pérdida de confianza”, no por razones disciplinarias


El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, aseguró hoy que el teniente coronel Antonio Tejero Díaz, hijo del golpista del 23-F, fue cesado por “pérdida de confianza” y no por razones disciplinarias. Este mando de la Benemérita organizó el pasado 18 de febrero en el cuartel de Valdemoro (Madrid) una comida con implicados en el asalto al Congreso de 1981.
Fernández Díaz se refirió a este asunto en el pleno de la Cámara Baja, donde el diputado socialista Antonio Trevín le preguntó cómo justifica Interior el “error tan apreciable” que supone que un juez haya dicho que Tejero Díaz debe ser restituido del puesto del que fue apartado tras conocerse la comida recordatoria del 23-F.
Este diputado se refería así al hecho de que el pasado 20 de mayo un magistrado acordara que Tejero Díaz debía ser restituido como jefe del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) número 1 de la Guardia Civil, con sede en Valdemoro. El juez estimó que este teniente coronel debía ser repuesto provisionalmente en su cargo, ya que su cese lo acordó el ministro del Interior y no la persona que debía hacerlo, el director de la Benemérita, Arsenio Fernández de Mesa.
A este respecto, Trevín se quejó de que, tras esta decisión judicial, la comida conmemorativa del 23-F le haya salido “gratis” a Tejero Díaz, a pesar de que invitó a la misma a su padre, Antonio Tejero Molina, “el que secuestró a este Congreso”.
INFORMACIÓN RESERVADA
Además, este diputado socialista destacó que, según la información publicada en prensa, en este encuentro con golpistas en el cuartel de Valdemoro hubo agentes que hicieron labores “que no les son propias”, como preparar una paella. Este parlamentario sostuvo que se trata de una “falta grave” y se quejó de que no se haya abierto por ello ningún expediente disciplinario.
Según este representante socialista, estas situaciones “erosionan” la imagen de la Guardia Civil, a pesar de que se trata de un cuerpo de seguridad que, desde la dictadura franquista, ha afrontado “un proceso de transición que es ejemplar”.
A este respecto, Fernández Díaz acusó a Trevín de “imprudente”, puesto que “da por producidos unos hechos que no se acreditan” en la “información reservada” que se elaboró tras conocerse por la prensa la comida del hijo de Tejero con participantes en el 23-F.
El ministro acusó al parlamentario socialista de hacer “acusaciones gravísimas que no se corresponden con la realidad” e insistió en que, a partir de la “información reservada” elaborada sobre este episodio, “no se deriva responsabilidad disciplinaria” para Tejero Díaz.

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