Fernández Díaz se pregunta si la Generalitat retirará también la acusación en el caso Blanquerna

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha calificado de "escándalo" la retirada de la Generalitat de siete procesos judiciales con antisistemas imputados, un gesto que, según confirmó ayer la consellera de Presidencia, Neus Munté, se trató duranet las negociaciones entre Junts pel Sí y la CUP. La decisión afecta a procesos como los disturbios durante las huelgas generales de 2012 o el caso Can Vies.Fernández Díaz ha considerado que la decisión su pone "poner los tribunales y el cumplimiento de la ley al servicio de los intereses políticos". "¿Se imagina que el gobierno del PP para ser investido retirara las acusaciones contra personas que pertenecen a partidos?", se ha preguntado, en una entrevista en COPE.El ministro se ha planteado si la Generalitat hará lo mismo en el caso Blanquerna, el asalto ultraderechista al centro cultural en la Diada de 2013 y cuyo juicio comenzó precisamente este lunes. El Gobierno catalán se ha presentado en el proceso y pide 16 años de cárcel para sus autores. La discalía rebaja su petición de condena a entre dos y cuatro años de prisión."¿Se va a retirar del caso o solo cuando los agresores sean de la CUP? En el tiempo se ha dado la coincidencia de dos hechos. En Madrid acusa con 16 años la Generalitat y en Cataluña retira las acusaciones de hechos muy violentos. Es una instrumentalización de la justicia y medir con dos varas de medir a los que se saltan la ley. Es algo impensable en un estado de derechos", ha reprochado Fernández Díaz, que ha recordado que la decisión de la Generalitat "no tiene precedentes en la historia democrática de España".Juicio por el asalto de BlanquernaEl asalto a la librería catalana 'Blanquerna' en Madrid, propiedad de la Generalitat, se produjo el 11 de septiembre de 2013, cuando quince personas irrumpieron en el centro mientras se celebraba un acto oficial conmemorativo de la Diada catalana. Según el informe de Fiscalía, los acusados se habían concertado con anterioridad e irrumpieron "sin la preceptiva invitación".

También según este informe, el grupo bajó a la planta inferior donde se desarrollaba el acto portando banderas españolas y gritando consignas como "Cataluña es España". Miembros de este grupo causaron desperfectos en la puerta y cristal del local y dos de ellos golpearon al diputado Josep Sánchez i Llibre, y Josep María Bosch, delegado del Govern en Madrid.

Tras estas acciones el grupo abandonó el local. Mientras salían, el acusado Jesús Fernando F. G. roció con un spray de gas pimienta el local, provocando picores, irritaciones y otros menoscabos físicos en los asistentes que, ante ello, tuvieron que abandonar el establecimiento.

El fiscal pide cuatro años de prisión para los dos principales acusados, y dos años para los otros trece. La Generalitat de Cataluña, CiU y el propio Sánchez-Llibre, también personados en la causa, elevan su petición hasta los 15 años y nueve meses de cárcel para catorce de los acusados, mientras que para el otro reclaman 16 años y nueve meses de prisión, al concurrir la agravante de reincidencia y disfraz.