En junio de 2003 Fidel Castro cayó en una trampa que los más de 600 asesinos que intentaron matarle no pudieron lograr. Un programa radiofónico de Miami, dirigido por anticastristas, contactó con Castro por teléfono haciéndose pasar por Hugo Chávez. Utilizando para ello freses editadas pronunciadas por el venezolano.
Los productores del programa 'El vacilón de la mañana', de la emisora hispana El Zol, ya habían logrado que Chávez se tragase el anzuelo, por lo que su siguiente víctima no fue otro que el máximo representante de la revolución latinoamericana.
Los productores del programa se hacían pasar por un asistente de Chávez, que le pedía que le ayudara a recuperar un maletín con documentos que habría perdido en Buenos Aires días antes, durante la investidura de Nestor Kirchner.
Finalmente, desvelaron que se trataba de una broma telefónica. "¿Estás conforme con la mierda que has hecho en la isla?", preguntó el supuesto asistente. "¡Caíste igual que Hugo Chávez!", le confiesan a Castro, que es ahí cuando se entera de que estaba en directo en un programa de una radio de Miami.
"¿En qué caí, comemierda? ¿En qué caí, maricón?", contesta Castro. Pero entre la colección de insultos, el dirigente cubano dejó una frase para la historia: "¿En qué caí, mariconsón?". Expresión no tan embellecida ni barroca como las que caracterizaban a Castro, pero realmente certera. La broma tuvo un gran impacto, obligando a la emisora a retransmitirla por la tarde.
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