Fiscal mexicano advierte cambios en declaración testigo sobre caso Tlatlaya

  • El fiscal mexicano, Jesús Murillo, dijo hoy que las declaraciones de la testigo clave de la muerte de 22 civiles en el municipio de Tlatlaya el 30 de junio tienen "variaciones muy importantes", si bien admitió que hubo ejecuciones extrajudiciales.

México, 8 oct.- El fiscal mexicano, Jesús Murillo, dijo hoy que las declaraciones de la testigo clave de la muerte de 22 civiles en el municipio de Tlatlaya el 30 de junio tienen "variaciones muy importantes", si bien admitió que hubo ejecuciones extrajudiciales.

Murillo declaró hoy a la emisora Radio Fórmula que los peritajes realizados "un mes o dos meses después" por la fiscalía muestran que "hubo exceso" de la fuerza por parte de tres de los militares que participaron en los hechos, "incluso homicidio".

Señaló que la testigo clave del caso ya "declaró dos veces" ante el Ministerio Público, la última este martes, "la primera vez en un sentido", y la segunda "en otro".

"Hay variaciones, no muchas" entre sus declaraciones ante las autoridades, las cuales coinciden con las investigaciones realizadas hasta ahora por la fiscalía, pero "completamente diferentes" con lo que dice la revista Esquire Latinoamérica, que puso en entredicho la versión divulgada por el Ejército sobre lo sucedido el 30 de junio.

De acuerdo con la versión inicial de los hechos difundida por la Secretaría de la Defensa, los 22 presuntos delincuentes murieron en un choque armado con militares que hacían labores de vigilancia en la zona.

La testigo, identificada como Karla y que perdió a una hija el 30 de junio, aseguró a la revista que en el enfrentamiento murió sólo una persona y las demás fueras asesinadas por los soldados después de someterlas a un interrogatorio.

El titular de la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía) consideró "normal" los cambios en la declaración, al señalar que en una situación así "hay confusiones terribles: la oscuridad, la sorpresa, la hija".

"Nosotros pusimos mucha atención desde que apareció la revista, ya teníamos algunas dudas, sobre todo el Ejército mismo, (que) desde el principio me manifestó que tenía dudas sobre el seguimiento correcto del protocolo", señaló.

El Ejército actuó "con una gran claridad" y "una gran honestidad", y partir de sus informaciones "la PGR continuó" con el caso y llegó "a la conclusión de que sí hubo un exceso (de al menos de tres soldados), que a mi gusto es incluso homicidio", añadió.

Sin embargo, la detención de ocho militares que participaron en los hechos solo llegó después de las declaraciones de Karla a la revista bajo el seudónimo de "Julia" y las denuncias en torno al caso realizadas por organizaciones como Human Rights Watch (HRW).

Siete soldados y un oficial fueron puestos a disposición de un tribunal castrense el 25 de septiembre por delitos en contra de la disciplina militar, desobediencia e infracción de deberes, y se espera que tres de ellos sean acusados por homicidio ante la justicia civil.

El director para las Américas de HRW, José Miguel Vivanco, cuestionó hoy desde Washington que las responsabilidades de los hechos se limiten a los tres militares.

"Hay dos delitos en Tlatlaya: uno es la masacre y el otro, tan grave como la masacre, es el encubrimiento, que es la práctica habitual en México para impedir que estos hechos sean conocidos por la opinión publica y para proteger a los actores", afirmó.

"Da la impresión que el encubrimiento continúa" hoy, porque "no es creíble que tres soldados hayan tomado la decisión por sí solos, sin haber consultado" a sus superiores, y hayan tenido "la capacidad de engañar a todo un país durante tres meses con una versión oficial" que luego se modificó, añadió Vivanco.

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