París.- Francia dejó hoy en manos de los líderes africanos un eventual recurso a la fuerza para garantizar al presidente electo de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, el desalojo del poder de su rival, Laurent Gbagbo, y no quiso pronunciarse sobre esa opción.
"Francia no puede de ninguna manera recomendar el recurso a la violencia", señaló el ministro francés de Cooperación, Henri de Raincourt, en una entrevista a la emisora 'RFI' (Radio France Internationale) en respuesta a la demanda del primer ministro de Ouattara, Guillaume Soro.
Raincourt insistió en que intentar resolver la crisis en Costa de Marfil -antigua colonia francesa- por la fuerza "es una responsabilidad que corresponde a los jefes de Estado africanos" que se reúnen mañana en Nigeria en una cumbre de la Comunidad Económica de Estados de África del Oeste (CEDEAO).
También señaló que el objetivo es "respetar la democracia" y advirtió de que "hacerlo por la fuerza plantea un cierto número de problemas", en particular porque significaría que las fuerzas de la ONU en Costa de Marfil "declaran la guerra a una parte de los marfileños contra la otra parte".
El ministro francés reaccionaba a las declaraciones de Soro, que ayer afirmó que "tras toda la presión internacional y las sanciones que no han tenido efecto con Gbagbo, es evidente que sólo queda una solución, la fuerza".
Gbagbo, que preside el país desde el año 2000, se atribuye la victoria en las presidenciales del pasado día 28, pese a que los organismos internacionales de supervisión de los comicios consideran ganador a Ouattara con más del 54% de los votos.
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