Francia descarta aplicar un tercer plan de ajuste pese a advertencia de S&P

  • El primer ministro francés, François Fillon, anunció hoy que el Gobierno no se plantea aplicar un tercer plan de ajuste pese a la advertencia de la agencia Standard & Poor's (S&P) sobre una posible rebaja de la nota que otorga a la deuda soberana a largo plazo de 15 países de la eurozona, incluida Francia.

París, 6 dic.- El primer ministro francés, François Fillon, anunció hoy que el Gobierno no se plantea aplicar un tercer plan de ajuste pese a la advertencia de la agencia Standard & Poor's (S&P) sobre una posible rebaja de la nota que otorga a la deuda soberana a largo plazo de 15 países de la eurozona, incluida Francia.

"El Gobierno no va a tomar medidas que puedan contrarrestar el crecimiento porque una agencia de notación vaya a rebajar la nota", indicó en una entrevista concedida a la cadena "France 2" en el telediario de máxima audiencia.

Para el primer ministro, si tras los planes de ajuste anunciados a finales de agosto y a comienzos de noviembre "hace falta ir más lejos", "el Gobierno tomará nuevas medidas, pero no en base a las previsiones de crecimiento", sino, eventualmente, "cuando conozca los datos".

Fillon recalcó que su Ejecutivo está haciendo todo lo posible por mantener la máxima calificación y destacó que "lo más importante es respetar la trayectoria financiera marcada y los compromisos adquiridos con Europa", que buscan situar el déficit en el 3 % del Producto Interior Bruto en 2013.

Explicó además que el mensaje lanzado por S&P es que los mercados "no comprenden cómo se funciona en Europa y cómo se toman las decisiones", y que la agencia solicita "que se aceleren las reformas de la gobernanza".

"Hace falta mostrar a los mercados que somos conscientes de la gravedad, que vamos a tomar las medidas necesarias y que no lo podemos hacer sin un nuevo tratado", indicó en referencia a las propuestas de reforma lanzadas ayer en París por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel.

Entre ellas destacó la imposición de sanciones automáticas a los países en caso de incumplimiento del objetivo de déficit establecido en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (3 %) salvo que una mayoría cualificada vote en contra.

"Si el dispositivo se hubiera aplicado con (el Tratado de) Maastricht habría tenido un efecto disuasorio y no se habría llegado en Grecia a la situación actual", afirmó el primer ministro, incidiendo en la necesidad de transmitir a los mercados que el caso griego es "excepcional".

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