G.Pons: Camacho es un cortafuegos para que no afecte el Faisán a Rubalcaba

Madrid, 15 jul.- El vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, cree que con el nombramiento de Antonio Camacho como ministro de Interior se ha establecido un cortafuegos a los pies de Rubalcaba para que no le afecte, -si es que le tuviera que afectar- hasta después de las elecciones, el caso Faisán.

En declaraciones a la COPE recogidas por Efe, González Pons ha dicho que "el agua del caso Faisán ha ahogado ya al director general de la Policía y estaba mojando los pies" de Camacho, que "en cualquier momento podía ser llamado como imputado o testigo por el juez Ruz", que lleva el caso.

Ha añadido, que al hacer ministro del Interior a Camacho "lo han aforado", ya que si Ruz quisiera imputarlo tendría que "enviar al caso al Supremo", y ha señalado que si tuviera que ir a testificar tendría derecho a hacerlo por escrito.

"No puede ser ministro del Interior el que ha sido superior jerárquico inmediato de un jefe de Policía que ha traicionado a los policías", ha puntualizado González Pons.

Tras comentar que "no es creíble" que los policías obraran sin conocimiento directo de Antonio Camacho y Pérez Rubalcaba, González Pons ha asegurado que el director general de la Policía, que es el numero tres del Ministerio, "no toma decisiones que tienen que ver con la política sin consultar a sus superiores".

Preguntado por el auto del juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz en el que se procesa a tres mandos policiales, entre ellos el antiguo director de la Policía Víctor García Hidalgo, el dirigente popular ha dicho que aunque lo mira "con respeto", lo que "no se puede es pedir respeto para las decisiones judiciales cuando afectan al PP y desacreditarlas cuando afectan al PSOE".

González Pons se ha referido así a las críticas al auto hechas por el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, y ha comentado que "es la primera vez que el Gobierno se pronuncia explícitamente en contra de una resolución judicial".

Según González Pons "ha habido una clarísima interferencia del Gobierno en la acción de la justicia", lo que ha calificado como un "gravísimo atentado contra la independencia del poder judicial".

Por ello, ha considerado "lamentable que el fiscal sea el abogado del Gobierno" y ha señalado que espera que "por el bien de todos Cándido Conde-Pumpido sea el último fiscal político de la historia de fiscales generales del Estado de España".