García-Margallo: no pisaré Gibraltar mientras no haya una bandera española

Madrid, 6 mar.- El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, aseguró hoy que "jamás" ha pisado Gibraltar y garantizó que nunca lo pisará como ministro y que tampoco lo hará "cuando vuelva a ser ciudadano normal", "mientras no haya una bandera española".

García-Margallo realizó esta declaración de intenciones durante la presentación del libro del periodista español José María Carrascal "La batalla de Gibraltar", donde explicó la política del Gobierno de Mariano Rajoy ante el Reino Unido y la colonia británica.

Recordó también que el exministro socialista Miguel Ángel Moratinos sí visitó el Peñón.

El objetivo del Ejecutivo español, tal como trasladó en su primera reunión al ministro de Exteriores británico, William Hague, es "acabar con la broma de años anteriores" y emprender una política "radicalmente distinta", dijo.

Según subrayó, España quiere volver a abordar el asunto de la soberanía, pero, como manifestó Rajoy ante la Asamblea General de la ONU, los actores de esa negociación deben ser Madrid y Londres, y el Reino Unido no puede dar a un tercero -las autoridades de la colonia- el derecho a vetar esas conversaciones.

Mientras la situación no cambie, admitió el ministro, debe continuar la cooperación entre España y el Reino Unido y entre Gibraltar y las autoridades de la zona española colindante al Peñón.

Tachó de "realmente perversa" la fórmula de Foro tripartito diseñada por el Gobierno socialista de Kosé Luis Rodríguez Zapatero, que dio voz a Gibraltar en pie de igualdad con el Reino Unido y con España.

Entre los puntos permanentes de conflicto, señaló el "régimen fiscal privilegiado" de la colonia, "que viola todas y cada una de las disposiciones" de los tratados europeos y que el Gobierno "ha denunciado y seguirá denunciando", convencido de que "ganará esa batalla".

Otro enfrentamiento deriva de la protección medioambiental de la zona, algo que deben garantizar España y el Reino Unido como Estados miembros de la UE que han aprobado su respectiva legislación medioambiental.

Si no se llega a un acuerdo, auguró "conflictos permanentes", pero dejó claro que el Gobierno español denunciará ante las instituciones europeas toda acción que viole las reglas de la "zona de especial conservación" declarada por España y que tomará las medidas unilaterales oportunas para garantizar que esas normas medioambientales se cumplen.

Este conflicto se solapa con la tradicional disputa sobre las aguas que rodean al Peñón, ya que mientras el Gobierno español sostiene que el Tratado de Utrecht otorga la jurisdicción a España, el Reino Unido alude a la Convención del Mar de la ONU para legislar sobre ellas.

García-Margallo reveló también que tiene "montones" de quejas del Reino Unido por los problemas en la frontera, ante las que el Gobierno responde al Reino Unido que no forma parte de Schengen y que Gibraltar no participa por tanto de la unión aduanera.

El Ejecutivo español, añadió el ministro, también está intentando revertir la posición heredada del Gobierno anterior en materia de aviación civil, porque había una excepcionalidad sobre el aeropuerto de Gibraltar que fue derogada en el Foro tripartito.