García Vargas:Con la OTAN entramos en la comunidad militar de las democracias

  • El exministro de Defensa Julián García Vargas considera que la entrada de España en la OTAN, de la que este 30 de mayo se cumple el treinta aniversario, supuso la incorporación de nuestro país a la "comunidad militar de las democracias".

Madrid, 28 may.- El exministro de Defensa Julián García Vargas considera que la entrada de España en la OTAN, de la que este 30 de mayo se cumple el treinta aniversario, supuso la incorporación de nuestro país a la "comunidad militar de las democracias".

En declaraciones a Efe, el exministro recuerda que si importante fue el ingreso en la Alianza Atlántica, más lo fue la incorporación a su estructura militar.

A su juicio, estar solo en la estructura política de la OTAN "no nos aportaba tanto como estar de forma completa", por lo que, recuerda, trabajó mucho en la dirección de que España perteneciera de pleno derecho al componente militar, en "una decisión correcta" que luego terminó por rematar, ya en la época de la Presidencia de José María Aznar, el exministro Eduardo Serra.

Para García Vargas, la entrada en la Alianza Atlántica significó para las Fuerzas Armadas trabajar con Ejércitos mucho más modernos que el nuestro "y organizados de manera más efectiva y más operativa, y que además llevaban mucho tiempo colaborando entre ellos". En definitiva, incorporarnos a "la comunidad militar de las democracias, que es la OTAN".

Actualmente estar presentes en esta organización supone, a su juicio, "mantener muy al día la organización y la operatividad" de las Fuerzas Armadas, pese a las dificultades que "tenemos en el terreno presupuestario", además de trabajar de forma multinacional, como en Afganistán con otros países europeos y con Estados Unidos.

"España nunca podría haber abordado de forma aislada" una operación militar de este tipo, asevera, que tienen unas características muy complejas y solo se pueden hacer de forma común gracias a la aportación y al apoyo de la OTAN.

En cuanto a las diferencias existentes en la Alianza Atlántica de su época como ministro de defensa y la actual, García Vargas afirma que entonces la organización militar estaba todavía muy marcada por la Guerra Fría.

Aunque cuando llegó al ministerio en el año 1991, la antigua URSS estaba en pleno proceso de descomposición, que culminaría en diciembre de ese mismo año, todavía existía una importante acumulación de fuerzas en el Este de Europa, en la Federación Rusa y en otras repúblicas que dejaron de formar la URSS.

Una OTAN, por tanto, "muy condicionada por una amenaza real, tangible y verdadera".

Ahora, en cambio, está mucho más centrada en aspectos que por entonces ni se podían pasar por la imaginación, como puede ser la propia misión en Afganistán.

Sobre el futuro de la Alianza, el exministro de Defensa asegura que tendrá que enfrentarse a países problemáticos. Países que no tienen Estado, países cuyo Estados se aislan y suponen una amenaza para sus vecinos, países que se arman con armas nucleares y no quieren "someterse a las reglas de la comunidad internacional".

En definitiva, siempre va a ser necesaria la existencia de una organización internacional que ponga "en común medio militares" para hacer frente a todos estos riesgos.

Por último, García Vargas destaca la importancia de que la OTAN una a las democracias "más consolidadas del mundo y que tienen más medios militares".

El trabajo coordinado de estas naciones a través de la Alianza Atlántica supone un "factor de estabilidad para el mundo".

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