Garzón: "Pablo no me llamó, me dijo que no por telegram"

    • Garzón arremete contra Podemos en una entrevista con lainformacion.com: "no voy a disfrazarme ni moderarme para ganar votos"
    • El líder de IU defiende, como en su día Anguita, el programa para llegar a pactos tras el 20D.
Alberto Garzón, en un momento de la entrevista.
Alberto Garzón, en un momento de la entrevista.

Alberto Garzón fue, en 2011, el diputado más joven en tomar posesión de su escaño. Hoy, y cuando se habla de tanta novedad en la política, parece que lleva toda la vida metido en esto. A riesgo de que se le equipare con la 'casta', un término que le disgusta, defiende la regeneración en todos los niveles, empezando por su propio partido, patas arriba desde que él mismo planteó la urgencia de confluir en la izquierda.

El proyecto quedó frustrado por un sonoro 'no' de Podemos. Reconoce que, desde entonces, no ha hablado con Iglesias, aunque ambos acordaron mantener la buena relación que han tenido en los últimos años. Garzón, eso sí, no ahorra en críticas directas a la formación emergente, a la que acusa de disfrazarse para ganar votos.

En su último libro, "A pie de escaño" (Península, 2015), escrito antes de ese portazo, reflexiona sobre los últimos movimientos de una política en ebullición. El discurso de Garzón suena ahora al de Anguita: programa, programa, programa...


Usted admite que subestimó el poder del 15-M.¿Cree que IU no supo capitalizar aquel descontento?

El 15-M era el resultado natural de una crisis cuya profundidad en el tiempo hacía que afectase a las instituciones y eso cambió la concepción del mundo por parte de la gente. Fue la cristalización de ese cambio. Y creo que no se ha entendido hasta ahora.

Desde entonces hasta ahora, ha irrumpido Podemos. Compañeros suyos le pidieron incluso que tratase de quitarle a Iglesias la idea de crear un nuevo partido...Usted se negó. ¿Se arrepiente?

En absoluto. Nadie pensaba entonces que su irrupción fuese tan amplia, y al mismo tiempo tan frágil. Era una irrupción rupturista, con un programa parecido al nuestro y una vocación constructiva para la unidad de la izquierda que podía ser útil para IU. Pero lo cierto es que de eso ya no queda nada. Pasamos de eso hace dos años a que Podemos haya roto la posibilidad de la unidad.

El programa era entonces prácticamente idéntico al suyo, ¿cuál era la diferencia?

Creo que sobre todo la tradición política. En IU predomina una concepción más económica, miramos más a las próximas generaciones, y ellos tienen una naturaleza postmoderna, muy electoral, comunicativa, son grandes oradores. Y eso era una diferencia fundamental.

¿No había buenos oradores en IU?

Bueno, me refiero a que Pablo está especializado en esa materia, tiene los trucos para desenvolverse mejor en un espacio mediatizado resultado de un proceso de espectacularización en el que triunfan mensajes epidérminos y no una reflexión serena. Es cierto que había pocas diferencias, en todo caso más bien de actitud. Pero en el fondo, en el programa no eran tantas. De un tiempo hasta aquí han ido moderándose, caminando al centro y ahora hay muchas más.

Desde que se rompió ese posible acuerdo con Podemos, le escucho más críticas que nunca. ¿Hay cierto resentimiento tras el 'no'?

No, en absoluto. Quienes dicen que son electoralistas son ellos, no yo. Ellos se definieron a sí mismos como maquinaria de guerra electoral.Siempre han planteado que todo esto es una batalla electoral y que después no hay nada pensado. Son sus propias palabras. Cuando nosotros intentamos la colaboración con Podemos la hicimos aceptando nuestras diferencias porque creemos que es lo más importante.

¿Pero estarían dispuestos a sumar aún cuando Podemos se está moderando y alejando de su propio programa?

Claro, lo que pasa es que nosotros podemos tener nuestro programa de máximos y ellos su programa de máximos y evidentemente son diferentes. Cada uno defendía su posición. Pero sí podíamos encontrar un programa de mínimos. La sanidad pública, la educación, las pensiones... había algo en lo que podíamos coincidir, no solo Podemos y nosotros, sino otros partidos de la izquierda. Y la intención era esa. Lo que pasa que Podemos decidió que no.

¿Y un programa de mínimos es suficiente para gobernar o ser alternativa?

Eso era de lo que estábamos dispuestos a hablar. Sentarnos, establecer veinte o treinta propuestas, como se había hecho en las municipales. Nuestra propuesta no era muy creativa, en el sentido de que ya había experiencias que demostraron que funcionaba. Ahora Madrid, por ejemplo, es una mezcla de Podemos, Iu, Equo, que trabajan conjuntamente y hacen cambios. Y eso es lo que nosotros queríamos para las generales.

Dio la sensación, permítame, de que usted se estaba arrodillando para que ese acuerdo fuese posible. Aceptó incluso concurrir por Málaga...

Nosotros estábamos dispuestos a hablar de todo, Podemos no quería eso. Querían integrar a la gente de IU dentro de sus propias listas.

Pero sí hubo muchos desacuerdos en IU por esa confluencia...

Hubo un 10% de críticos. El resto estaba a favor. Pero esos críticos se mostraron muy hostiles y con muy malas formas en los medios de comunicación, hicieron mucho ruido... Pero es un 10%.

Bueno, la "vieja guardia" tampoco estaba de acuerdo cuando Tania Sánchez y usted planteaban esa confluencia.

Nosotros hicimos un proceso de convencer a nuestra formación de que esa era la herramienta. Yo defendía la unidad de la izquierda desde antes de la existencia de Podemos.

¿Cree que Podemos ya tenía pensado decirles que no antes de la reunión?

No lo creo, si no, no hubieran hablado. Ellos dijeron que no al principio y luego abrieron la posibilidad. Hay que pensar que Podemos en Cataluña o en Galicia sí quieren la unidad con IU...

¿Recibió alguna llamada de Iglesias?

No. Me avisó de que iba a ser que no porque no había margen y quedamos en llevarnos bien...

¿Le avisó por whatsapp?

Me avisó por Telegram, sí.

¿Y cómo fue ese mensaje?

Bueno, que no veía margen, que después de todo lo había intentado también y que no lo veía, que había que construir un espacio más respetuoso para competir, para que fueran dos candidaturas por su lado.

Visto lo visto, ¿Sería partidario de romper los preacuerdos en Galicia y Cataluña?

No, creo que la política no es una cuestión de dos machos peleándose. Creo que corresponde ser coherente y eso significa que si hemos defendido la unidad popular, si en Galicia y Cataluña se puede hacer un proceso que sume y beneficie a la mayoría para evitar el neoliberalismo en nuestro país pues está bien. La contradicción la tiene Podemos, porque dice allí sí y en el resto no.


Da la sensación de una izquierda fracturada con partidos que no se aclaran ni entre ellos, ¿no teme que eso les debilite?

Es verdad que hay un escenario de confusión, que es natural. Nosotros hemos participado en la construcción de un espacio que es Ahora en Común, que es la repetición de las experiencias municipales para las generales. No está todo el mundo que nos gustaría que estuviese, como Podemos...

El día después del 20D, ¿apoyaría con sus votos a Pedro Sánchez?

Todos los pactos los haremos en torno al programa. Cambio de la ley electoral, derogación de la reforma laboral y programa de trabajo garantizado, por ejemplo. Si el PSOE está dispuesto a hacer eso, hablamos. Con plazos.

La reforma laboral ya han dicho que no la van a derogar, lo del trabajo garantizado no está claro...

Pues si el PSOE no quiere hacer eso, estoy convencido de que va a llegar antes a un acuerdo con Ciudadanos o con el PP, porque el PSOE no es de izquierdas. Dice que lo es, y parte de su militancia lo es, pero luego cuando gobierna hace las mismas políticas que el PP. Están más cerca del PP y de Ciudadanos que de IU. Pero nosotros estamos dispuestos a hablar.

Le escuchaba el otro día hablar de la "centralidad" del programa de IU. ¿A usted también le gusta el término?

Bueno, lo que yo quería decir es la importancia de poner el programa por encima de todo, como el centro de todo lo que hay que debatir. No quiero debatir sobre siglas, ni sobre caras, sino sobre programa. Los problemas de la gente no los soluciona que alguien hable mejor o peor, sino que ponga dinero encima de la mesa para hacer un programa de trabajo garantizado , eso para mi sí es una solución.

Pero caminar hacia el centro político, lo que todos hacen, para mí es nefasto. La política no se hace convirtiendo tu discurso en aceptable para que la gente te vote más, sino en convencer a la gente de que mis ideas de izquierda son las adecuadas. No voy a disfrazarme ni a moderarme ahora para que me des tu voto, porque esa es una forma de engañar. Creo que lo que hay que hacer es conseguir que el centro vaya a la izquierda.

Reivindica el espacio que hasta ahora ocupaba Podemos...

Bueno, Podemos siempre dijo que no era de izquierda ni de derecha...

Creo que no había mucha duda en eso...

Pero ellos nunca lo dijeron. Es verdad que la gente los considera de izquierdas, pero ellos han estado pretendiendo el centro. Nosotros no reclamamos ese espacio, porque era el nuestro, el que creemos que resuelve los problemas de la gente.

Su medida estrella es el plan de trabajo garantizado. Un millón de empleos en un año. ¿Eso cómo lo van a financiar?

Hemos calculado que son 9.400 millones de euros. Es una cantidad elevada, pero en el rescate financiero se emplearon 55.000 millones. Se puede, no es un problema de presupuesto, sino de voluntad política. Se financiará con la persecución del fraude fiscal, una reforma fiscal progresiva, luchando contra los paraísos fiscales y también a través de préstamos.


Los técnicos de Hacienda dicen en cambio que la persecución del fraude no dará resultados tan pronto...

La cantidad estimada que hay de fraude fiscal no recogido es más de 70.000 millones de euros. Evidentemente no se recupera en un día. Pero creemos que si se junta eso con una reforma del sistema, más los préstamos, se puede financiar. El presupuesto en gasto militar ha superado los 10.000 millones de euros.

¿Ningún gobierno tuvo entonces según usted voluntad política para perseguir el fraude fiscal?

No, evidentemente, la única lucha que ha habido contra el fraude fiscal ha sido sobre pequeños y medianos ahorradores, sobre el fontanero que cobra en negro o algún agricultor que han hecho vendimia con trabajadores no registrados.. pero contra los grandes defraudadores, que son el 75% de los responsables, no han ido.

Proponen nacionalizar empresas estratégicas, ¿cuáles por ejemplo?

Endesa. Y todas aquellas que tengan que ver con los servicios fundamentales. El agua por ejemplo creo que tiene que ser pública, la energía. Son bienes fundamentales para poder desarrollar una vida digna. Hay gente que no puede calentarse en invierno porque no tiene dinero para pagar el recibo de la luz porque es muy elevado. Pues eso tiene una responsabilidad. Hay alguien que sube el precio de la luz. Endesa repartió 14.000 millones de euros hace unos meses entre sus accionistas. También la banca tiene que ser en parte pública. Tiene que haber una banca pública, que pueda proponer su vivienda de alquiler barato para dar solución a los problemas de vivienda.

En su libro es crítico con el clima de los debates parlamentarios. ¿Cómo se plantea la próxima legislatura, con más fuerzas políticas?

Bueno, será una cultura política distinta, no la del PP arrollando al resto de fuerzas parlamentarias con arrogancia. Habrá más pacto y más debate.

20-D por la noche... ¿Teme que IU sea entonces residual?

No, cuando yo acepté ser candidato de IU estábamos fuera del Parlamento, según las encuestas y a pesar de eso asumí la responsabilidad de ser candidato. Ahora nos dan un 6%, que es una cantidad modesta, pero que creo que estamos subiendo y la percepción que tengo es que la gente tiene ganas de votar a una candidatura de izquierdas que represente la confluencia.

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