Garzón pide al supremo que le aplique la “doctrina botín” y suspenda el juicio


El juez Baltasar Garzón solicitó este martes a la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo que le aplique el mismo criterio que llevó a la absolución del presidente del Banco Santander, Emilio Botín, y que, en consecuencia, suspenda el juicio que se está celebrando contra él por su investigación de los crímenes del franquismo y archive las actuaciones.

La defensa de Garzón, ejercida por el abogado Gonzalo Martínez Fresneda, solicitó al inicio de la vista oral la aplicación de la “doctrina Botín”, al entender que la acusación popular ejercida de forma conjunta por el sindicato Manos Limpias y la asociación Libertad e Identidad no tiene "legitimidad procesal" para impulsar en solitario un juicio contra él. La Fiscalía no ejerce la acusación en este caso.
La acusación ejercida por Manos Limpias y la asociación Libertad e Identidad pide al Supremo que condene a Garzón a 20 años de inhabilitación y le imponga una multa de 21.600 euros, al atribuirle un delito continuado de prevaricación.
ABSOLUCIÓN DE BOTÍN
En concreto, el abogado pidió en el trámite de cuestiones previas que se aplique a Garzón el mismo principio por el que el propio Tribunal Supremo decidió a finales de 2007 absolver al presidente del Banco Santander en el marco de la causa por las cesiones de crédito de la entidad bancaria, al entender que si en una causa ni el fiscal ni el perjudicado directo acusan, no basta la petición de la acusación popular para iniciar un juicio y sentar a los acusados en el banquillo.
La aplicación de esta doctrina llevaría al archivo de las actuaciones abiertas contra Garzón y a la suspensión del juicio iniciado este martes contra él por un delito de prevaricación que habría presuntamente cometido con la investigación que llevó a cabo en el año 2008 sobre los crímenes de la Guerra Civil y la dictadura de Franco.
“Mi defendido también tiene derecho a que se le aplique la sentencia del caso Botín”, dijo Martínez Fresneda.
Esta es la tercera vez que Garzón pide que se le aplique la “doctrina Botín”. Las anteriores solicitudes, presentadas con el apoyo de la Fiscalía, fueron rechazadas por el instructor de la causa, el magistrado Luciano Varela.
INSTRUCTOR “PARCIAL”
La defensa de Garzón solicitó de forma complementaria que se declare la nulidad de todo lo actuado y que se acuerde el archivo de la causa por la “actuación irregular” del instructor Varela, quien “tomó partido”, “perdió su imparcialidad” y “asumió el papel de acusador”.
La representación del acusado subrayó en este sentido el auto dictado el 20 de abril de 2010, en el que Varela pidió a Manos Limpias y a Falange Española de las JONS que presentasen nuevos escritos de acusación ante los errores que habían cometido.
El abogado Martínez Fresneda señaló que Manos Limpias y la Falange habían presentado unos escritos de acusación que “no eran válidos” porque no cumplían “las mínimas exigencias legales”.
El primer escrito de acusación de Manos Limpias era “absolutamente inservible”, ya que se había limitado “a copiar textualmente páginas enteras” de un auto dictado por Varela en febrero de 2010 y con el que el magistrado rechazó el archivo de las actuaciones.
Manos Limpias hizo un “corta y pega” en el que “ni siquiera se molestó por corregir las erratas”. “Esto pone de manifiesto que no hay una acusación autónoma, ya que no es capaz de desarrollar una acusación propia”, señaló.
ACUSACIONES DEFECTUOSAS
El letrado criticó en este sentido que el instructor, en una actuación que considera “parcial”, en vez de expulsar a las acusaciones y archivar la causa, les dio una “segunda oportunidad” y les pidió que presentasen un segundo escrito en un trámite “no previsto por la ley”.
En el caso de la acusación conjunta de Manos Limpias y Libertad e Identidad, Varela llegó a indicar en una providencia qué defectos de su escrito de acusación se debían subsanar.
El instructor decidió finalmente expulsar de la causa a Falange Española de las JONS por presentar su segundo escrito fuera de plazo. En cambio, sí aceptó el nuevo escrito de Manos Limpias.
Martínez Fresneda aseguró que, con estas actuaciones, el magistrado Varela “tomó partido” y “perdió su imparcialidad”, ya que “reorientó la estrategia de unas acusaciones que era defectuosas”.
El letrado sostuvo además que, a pesar de las correcciones, el escrito de acusación de Manos Limpias y Libertad e Identidad sigue sin cumplir “los mínimos requisitos legales”.
El escrito que ha sentando a Garzón en el banquillo de los acusados “contiene un sesgo muy peyorativo” y en él “no existe precisión sobre los hechos concretos” que se le atribuyen al juez suspendido cautelarmente.
RECHAZO DE LAS PRUEBAS
La defensa de Garzón también protestó en el trámite de cuestiones previas por el hecho de que la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo haya rechazado practicar en el juicio muchas de las pruebas que había solicitado, en lo que a su entender supone una “vulneración” del derecho de defensa.
Entre las pruebas rechazadas, Martínez Fresneda subrayó el testimonio de algunas personalidades del derecho “de dentro y fuera de España” y que han defendido “los mismos criterios” utilizados por Garzón en la causa de la memoria histórica.
“¿Por qué no puedo traer aquí a otros magistrados de la Audiencia Nacional que defiende el mismo criterio que Garzón?” preguntó el letrado.
Al inicio de la vista oral, y ante la afluencia de público, el presidente del tribunal, el magistrado Carlos Granados, advirtió de que no permitiría “muestras de aprobación o de desaprobación” y señaló que cualquier persona que incumpliese esta medida sería expulsada de la sala de vistas.
La sesión de este martes se limita al trámite de cuestiones previas. El juicio se retomará el día 31 con el interrogatorio al acusado y está previsto que se extienda hasta el 13 de febrero.

Mostrar comentarios