Sao Paulo, 14 jul.- El gobernador del estado de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, acusó hoy a los grupos del narcotráfico de desatar la ola de violencia que se tomó a la capital regional y mayor ciudad brasileña en las últimas semanas.
"Ellos atacan a los policías para desviar la atención y aliviar nuestra presión contra el tráfico de drogas, pero no vamos a retroceder un milímetro", afirmó Alckmin, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), la principal fuerza opositora del Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff.
La declaración de Alckmin a periodistas fueron dadas al comentar el asesinato de ocho presuntos delincuentes por parte de la Policía de Sao Paulo durante la noche del viernes y la madrugada de hoy.
La acción fue calificada por las autoridades como "resistencia seguida de muerte", motivo por cual la Secretaría de Seguridad Pública de Sao Paulo instauró un proceso de investigación interna.
Una investigación similar fue también abierta después de la matanza de otras ocho personas en la ciudad de Osasco, en la región metropolitana de Sao Paulo, por pistoleros con armas de grueso calibre en momentos que los seguidores del equipo de fútbol Palmeiras celebraban la conquista del título de la Copa de Brasil.
Las autoridades sospechan que los crímenes fueron cometidos por miembros de las fuerzas de seguridad en represalia por la muerte en los últimos días de siete agentes, cuatro atentados contra bases policiales y el incendio de trece autobuses.
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