Madrid, 22 may.- El Gobierno ha condenado hoy "enérgicamente" el atentado que ha causado una treintena de muertos y cerca de un centenar de heridos en la localidad de Urumqui, al oeste de China.
En un comunicado del ministerio de Asuntos Exteriores, el Ejecutivo ha trasladado a los familiares de las víctimas, al pueblo chino y a su Gobierno el "más sentido pesar" y ha deseado "la pronta y completa recuperación de los heridos".
El suceso ocurrió a las 07.50 hora local (23.50 GMT) cuando dos vehículos todoterreno arrollaron a una multitud que estaba en un mercado de la ciudad de Urumqi, capital de la región autónoma de Xinjiang (noroeste de China), y lanzaron varios explosivos desde las ventanillas a la calle.
Xinjiang, fronteriza con Afganistán y Pakistán, está habitada por varias etnias musulmanas ligadas a los pueblos de Asia Central, como los uigures y, según el Gobierno chino, en ella operan grupos terroristas ligados a la organización radical islámica Al Qaeda.
Sin embargo, grupos uigures en el exilio acusan a Pekín de usar el terrorismo como excusa para reprimir la religión y la cultura de este pueblo.
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