Gobierno hondureño envía policías y militares a zona de conflicto por tierras

  • Unos 600 militares y policías comenzaron a llegar hoy al sector del Aguán, en el Caribe de Honduras, donde en los últimos tres días ha habido varios muertos y una docena de heridos en enfrentamientos por conflictos de tierras.

Tegucigalpa, 16 ago.- Unos 600 militares y policías comenzaron a llegar hoy al sector del Aguán, en el Caribe de Honduras, donde en los últimos tres días ha habido varios muertos y una docena de heridos en enfrentamientos por conflictos de tierras.

Las fuerzas comenzaron a llegar el domingo pasado, pero el grueso de unos 600 hombres lo hace a partir de hoy, para permanecer durante tiempo indefinido en la zona y desarmar a los grupos enfrentados, dijo a los periodistas el ministro de Seguridad, Óscar Álvarez.

Fuentes de la Policía en el departamento de Colón, donde se registran los conflictos, informaron que hoy resultaron heridos dos empleados de una empresa que se dedica al cultivo de palma africana, quienes al parecer fueron atacados por grupos campesinos en la finca Camarones.

Las fuentes indicaron que se está investigando el hecho, que se suma a la muerte de cinco guardias de seguridad de la finca Paso Aguán, que el domingo fueron emboscados por hombres armados.

La finca es propiedad del empresario hondureño Miguel Facussé, quien hoy anunció que queda "en suspenso" un acuerdo que suscribió en junio pasado con el Gobierno que preside Porfirio Lobo para vender unas 4.000 hectáreas que le serán asignadas a labriegos aglutinados en el Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA).

Otras cinco personas, tres hombres y dos mujeres, fueron asesinadas el lunes cerca del municipio de Tocoa, en Colón, aunque el hecho al parecer no está ligado a los problemas de tierras.

Los tres hombres, que eran empleados de una empresa embotelladora de refrescos, y las dos mujeres, circulaban en un vehículo cuando fueron atacados desde otro por unos hombres armados, según informaron fuentes policiales.

El ministro de Seguridad recordó que el año pasado el Gobierno también envió un contingente de 1.000 policías y militares al registrarse varias muertes en el sector del Aguán, donde grupos de campesinos organizados exigen tierras, muchas de ellas privadas.

Esas fuerzas permanecieron sólo unos dos meses, por el alto coste que representaba la operación y al lograr el Gobierno algunos acuerdos parciales con los campesinos.

Los empresarios acusan a los campesinos de ocupar sus tierras y de provocar enfrentamientos armados, que en los últimos dos años han dejado una treintena de muertos, entre guardias privados y labriegos.

El director del Instituto Nacional Agrario (INA), César Ham, del izquierdista Partido Unificación Democrática, reiteró hoy que los campesinos no tienen armas y que las provocaciones surgen de los guardias de las fincas de los empresarios.

Óscar Álvarez subrayó que en el sector del Aguán llevarán a cabo un desarme general y que espera que a las autoridades judiciales "no les tiemble el pulso" para ordenar que vayan a prisión las personas que porten armas prohibidas por la ley.

La tenencia de la tierra ha sido un pleito casi permanente en Honduras, donde muchas familias campesinas reclaman predios al menos para mantener cultivos de subsistencia.

El conflicto en el Valle del Aguán dura ya varios años, aunque se ha agudizado en los últimos tres, por la falta de acuerdos entre terratenientes, campesinos y el Gobierno.

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