Granados pierde toda la confianza de Aguirre

  • El hasta ahora secretario general del PP de Madrid, Francisco Granados, ha perdido totalmente la confianza de la presidenta de esta formación y del Ejecutivo regional, Esperanza Aguirre, quien ya le destituyó como "superconsejero" el pasado mes de junio, y hoy le ha quitado el mando que le quedaba en el partido.

F.Gallego

Madrid, 23 nov.- El hasta ahora secretario general del PP de Madrid, Francisco Granados, ha perdido totalmente la confianza de la presidenta de esta formación y del Ejecutivo regional, Esperanza Aguirre, quien ya le destituyó como "superconsejero" el pasado mes de junio, y hoy le ha quitado el mando que le quedaba en el partido.

Granados se caracteriza por su gran capacidad de trabajo y por sus declaraciones claras y en ocasiones controvertidas, que casi siempre está dispuesto a hacer a la prensa.

Por eso ejercía habitualmente, en la práctica, como portavoz del Ejecutivo cuando era consejero de Presidencia, Justicia e Interior.

Luego, desde el pasado 16 de junio, cuando se quedó únicamente con la secretaría general del PP madrileño, también ha comparecido en múltiples ocasiones ante la prensa para comentar la actualidad.

Granados se ha volcado desde junio en su cargo orgánico y, tras un pequeño período de silencio, ideó los denominados "Desayunos populares de Madrid", consistentes en invitar a un alcalde popular a la sede del partido en Génova para hablar de asuntos de interés, no sólo regional.

En realidad la mayoría de los periodistas buscaban las declaraciones de Granados sobre los temas de actualidad, hechas sin pelos en la lengua y que garantizaban varios titulares.

Precisamente su último acto público, antes del Comité Ejecutivo Regional en el que se ha conocido su destitución, ha sido esta mañana un desayuno popular con el alcalde de Majadahonda, Narciso de Foxá.

Aguirre relevó a Granados en junio pasado como consejero de Presidencia, Justicia e Interior, un cargo en el que se había visto salpicado por el escándalo de los supuestos espionajes a políticos de su mismo partido, en un caso que sigue abierto en un juzgado de Madrid.

La presidenta ya había dejado entrever recientemente su distanciamiento con Granados el pasado 11 de octubre, cuando puso en duda su eficacia.

Ese día, durante la rueda de prensa posterior al Comité de Dirección del PP, Granados no supo darle una cifra sobre el voto por correo y Aguirre dijo entre risas: "Como ustedes podrán comprobar, en fin, tengo que dedicarle un poco más de tiempo en echarle un poco más el aliento en el cogote al secretario general".

Cuando a los pocos minutos una persona de su equipo le facilitó la información requerida, Aguirre dijo sonriendo: "El aliento en el cogote, como ven ustedes, va fenomenal... aquí están los papeles".

Minutos antes de que empezase esa rueda de prensa, Aguirre había comentado en voz alta que había unas pantallas nuevas en la sala y dijo a los periodistas, bromeando, que "eso" era "a lo que se dedica el secretario general".

También era un hecho conocido en el partido la relación complicada que Granados ha mantenido con el vicepresidente y portavoz regional Ignacio González, quien será precisamente el que le sustituya como secretario general de Madrid, acaparando así toda la confianza de la presidenta.

González, que fue secretario de Estado para la Extranjería y la Inmigración, es el único miembro del Gobierno de Esperanza Aguirre que continúa en su gabinete desde el primer mandato de la presidenta en 2003.

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