Guatemala ha desalojado por la fuerza a 2.500 indígenas, según amnistía


Amnistía Internacional reclamó este miércoles a las autoridades de Guatemala que erradiquen los desalojos forzosos de comunidades agrícolas indígenas, que hasta ahora han dejado 2.500 personas sin hogar y han causado la muerte de un hombre.
Según Amnistía, las fuerzas de seguridad utilizaron gas lacrimógeno en el desalojo de 12 comunidades agrícolas "kekqui" en el valle del Polochi, al noreste de Guatemala, entre el 15 y el 18 de marzo de este año. Durante el desalojo murió el trabajador agrícola Antonio Beb Ac y dos personas sufrieron complicaciones de salud presuntamente por los gases lacrimógenos.
"Los desalojos en el Valle del Polochic se han llevado a cabo hasta ahora sin una consulta adecuada, aviso adecuado o la prestación de alojamiento alternativo adecuado, y deben cesar de inmediato", dijo Sebastián Elgueta, investigador de Guatemala de Amnistía Internacional.
Elgueta subrayó que "miles de personas han perdido sus hogares y sus medios de subsistencia" y que, "sin refugio, alimentos o agua, son vulnerables a los abusos y deben ser protegidas por las autoridades".
Además, indicó que las autoridades deben garantizar una investigación "imparcial y exhaustiva" sobre la muerte de Antonio Beb Ac y sus responsables deben comparecer ante la justicia.
El desalojo se produjo después de que un juez emitiera una orden de autorización, lo que provocó una disputa sobre la propiedad de la tierra entre una empresa y el pueblo "kekqui", que afirma haber estado viviendo y trabajando en esa zona durante 30 años.
"Los derechos humanos deben ser respetados por todas las personas. Las autoridades guatemaltecas deben garantizar que los más vulnerables, las comunidades indígenas, así como otros que son marginados, tienen sus derechos civiles, económicos, sociales, políticos y culturales protegidos", apostilló Elgueta.

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