Hacinamiento, violencia y tortura imperan en las cárceles de Latinoamérica

  • El hacinamiento, los altos índices de violencia y el empleo de la tortura por parte de las autoridades, son algunos de los principales problemas que persisten en los centros carcelarios de América, sostuvo hoy en Panamá el Relator sobre los derechos de las personas privadas de libertad de la CIDH, Rodrigo Escobar.

Panamá, 14 jun.- El hacinamiento, los altos índices de violencia y el empleo de la tortura por parte de las autoridades, son algunos de los principales problemas que persisten en los centros carcelarios de América, sostuvo hoy en Panamá el Relator sobre los derechos de las personas privadas de libertad de la CIDH, Rodrigo Escobar.

"La naturaleza de esta grave situación, revela la existencia de serias deficiencias estructurales" en los sistemas carcelarios de América Latina, señaló Escobar durante la presentación general del informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre los derechos de las personas privadas de libertad en la región.

Escobar también destacó en su presentación la falta de programas laborales y educativos, la ausencia de transparencia en los mecanismos de acceso a estos programas, así como la corrupción y abusos en la gestión penitenciaria.

En la presentación del informe, que desglosa 20 subtemas en seis capítulos, también estuvieron presentes la representante regional para Centroamérica de la Oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la ONU, Carmen Villa; y la directora de la Oficina Regional de la Asociación para la prevención de la tortura (APT), Sylvia Dias.

Escobar señaló que el informe busca mostrar la realidad penitenciaria así como presentar algunos avances que se han registrado en esta materia en el derecho internacional, con el fin de formular "recomendaciones concretas" a los Estados, muchas de ellas que han sido formuladas en otras ocasiones por otras organizaciones de derechos humanos.

Dijo que la CIDH considera que esta grave crisis de los sistemas penitenciarios es el resultado de muchas décadas de desantención del problema carcelario por parte de las autoridades, pero también por la apatía de las sociedades, que tradicionalmente han preferido mirar hacia otro lado.

La representante de la ONU, Carmen Villa, expresó que los Estados enfrentan "grandes retos" para lograr los objetivos que dictan las normas, como son: la reeducación, la rehabilitación y la reincoporación del penado a la sociedad, no solamente por la falta de estructura, en algunos casos, sino por la violencia que se vive en los centros de detención.

Villa reconoció que varios Estados de la región han hecho esfuerzos importantes para cumplir con algunas de las exigencias presentes en los normas internacionales, pero falta un mayor esfuerzo y una mayor participación de la sociedad.

Por otra parte, Dias, de la APT, uno de los organizadores de la actividad, destacó que es el momento oportuno para traer al debate y al diálogo, "iniciativas importantes" que si se ponen en práctica podrían cambiar la actual realidad de los centros de detención y fortalecer la protección de los derechos humanos.

En su primer informe, de 2011, el CIDH presentó los problemas más extendidos sufridos por los privados de la libertad en la región, entre ellos el hacinamiento y la violencia.

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