Holanda celebra elecciones municipales, primer test tras caída del Ejecutivo

Bruselas.- Los holandeses acudirán hoy a las urnas por primera vez desde la caída del Gobierno el pasado 20 de febrero para elegir a sus representantes municipales, un cita que se ha convertido en un test de fuerzas de cara a las elecciones legislativas anticipadas del próximo 9 de junio.

Los sondeos auguran una subida de la derecha radical, en concreto del Partido para la Libertad (PVV) del populista y antimusulmán Geert Wilders, que ya registró un importante avance en las elecciones europeas de junio cuando fue el segundo partido más votado de los Países Bajos, después de los democristianos (CDA).

En concreto, se espera que el PVV se haga con el apoyo del 30 por ciento de los electores en la ciudad de Almere, la única en la que se presenta además de en La Haya.

Wilders ha prometido que si gana, su formación prohibirá que en las dependencias municipales y en las entidades que reciban fondos locales se vista el velo musulmán.

La línea de este partido, considerada claramente racista por otros líderes políticos, ha provocado el surgimiento de partidos opositores en La Haya como el llamado "Stop Wilders Un" (Detengan a Wilders, Ahora).

En materia de participación, los medios indican que se espera que acuda a las urnas menos de la mitad de los 16,4 millones de holandeses, según datos de la agencia de estudios de opinión BMC, y aseguran que incluso los ciudadanos que afirman que votarán siguen sin tener claro a qué partido.

Los holandeses elegirán a los regidores de 349 municipios y tendrán de margen para hacerlo de 6:00 a 20:00 GMT.

Asimismo, parece que a pesar de tratarse de unos comicios locales, las cuestiones propiamente municipales han quedado desplazadas a un segundo plano con motivo de la crisis política que atraviesa el país.

Según publica la emisora pública "Radio Netherlands" en su página web, los únicos temas locales presentes en la campaña electoral en Holanda han sido la construcción de la línea Norte-Sur del metro de Amsterdam, las drogas y el medio ambiente.

La coalición gubernamental -democristianos (CDA), laboristas (PvdA) y calvinistas de CU- que dirigía Holanda desde 2007 se rompió hace poco más de diez días cuando los socialistas decidieron dejar el Ejecutivo por las discrepancias sobre la continuación de la presencia de soldados holandeses en Afganistán.

Una mayoría de ciudadanos se opone también a que las tropas sigan en el país asiático, donde han muerto 21 soldados holandeses, lo que podría conceder cierta ventaja al PvdA tanto en las elecciones de hoy como en los comicios generales.

Aunque parece que el PvdA no verá peligrar el gobierno de coalición de partidos de izquierda en Amsterdam, sí se ha puesto en duda la continuidad del alcalde laborista de la segunda ciudad, Rotterdam, ya que es feudo del partido populista Leefbaar (fundado por el asesinado dirigente Pim Fortuyn) y tiene una tradición de fuertes cambios políticos.

Los democristianos (CDA) del primer ministro en funciones, Jan Peter Balkenende, aparecen sin embargo como los principales perjudicados, después de cuatro experiencias en las que no ha podido llevar a su Gobierno hasta el final de la legislatura.

La formación de una nueva coalición gubernamental tras las elecciones de junio no será sencilla, ya que según afirmó el propio Balkenende la confianza entre los partidos se ha perdido por completo.

Además, el dirigente democristiano comentó esta semana en unas declaraciones recogidas por el diario De Telegraaf que no resultaría "creíble" volver a gobernar junto con los laboristas del PVdA.

En opinión de Balkenende, el votante no entendería que una formación dejase caer el gobierno para dos meses más tarde volver a formar parte de una nueva coalición.

Desde el PvdA, también se descarta volver a formar una coalición con el CDA.

El laborista Wouter Bos aseguró que aún tiene que reponerse de los años que ha compartido en la coalición gubernamental con el "duro, conservador y neoliberal" CDA.