Homenajean a Blanco White con 24 traducciones de "el mejor soneto del idioma"

  • Alfredo Valenzuela.

Alfredo Valenzuela.

Sevilla, 17 jun.- Conscientes de la paradoja que supone que "el mejor soneto del idioma" inglés haya sido escrito por un cura español, José María Blanco White, el profesor Antonio Molina Flores y el editor David González Romero han homenajeado al heterodoxo escritor reuniendo en un volumen 24 traducciones de esa composición.

"Night and death" tituló este soneto Blanco White durante su exilio inglés y la editorial cordobesa Berenice, que dirige González Romero, ha elegido el título de "José María Blanco White. Night and death. 'El mejor soneto del idioma'" para este volumen de homenaje, de menos de un centenar de páginas.

Para el libro se han rescatado 19 traducciones históricas del soneto y otras cinco han sido expresamente encargadas para esta ocasión a Juan Aguilar, traductor y experto en Filología Alemana; a Yolanda Morató, traductora y profesora de Filología Inglesa; al escritor y traductor Justo Navarro; al traductor, poeta y ensayista Antonio Rivero Taravillo y al traductor, poeta y ensayista Jenaro Talens.

La edición se acompaña de dos artículos, uno del biógrafo de Blanco White y profesor de Oxford Martin Murphy, que sitúa histórica y literariamente el famoso soneto, y de los profesores de la Universidad de Sevilla Antonio Garnica y Jesús Díaz, que revisan las 19 traducciones históricas.

El soneto de Blanco White es de las obras más traducidas al español junto al "Hamlet" de Shakespeare y su primera versión española se debe a Clemente de Zulueta, en 1835, o sea diez años después de la primera impresión de "Night and death".

Entre las traducciones históricas, además de la de Zulueta están las de Alberto Lista (1837), Rafael Pombo (1881), Enrique Piñero (1910), Fernán Coronas (1919), Miguel de Unamuno (1924) y la de Carlos Murciano y la de Eliseo Diego (ambas de 1991), entre otras como las de Menéndez Pelayo y Jorge Guillén.

Según ha dicho a Efe Molina Flores, profesor de Estética de la Universidad de Sevilla, "Coleridge dijo de este soneto que es 'el mejor concebido del idioma', no que sea el mejor, que no es lo mismo; eso es algo que nadie podría decirlo, por muy crítico literario que sea, porque va en gustos."

A la pregunta de si, a la luz de estos versos, Blanco fue un maldito o un bendito, Molina Flores contesta: "Al parecer era una persona afable y tenía la habilidad de cenar todas la noches, en un país extraño, fuera de casa; tocaba el violín muy bien y tenía un "Guarneri", un violín de Cremona que hoy, esté donde esté, debe valer una fortuna, y además tocaba la flauta."

Y a la pregunta de si este soneto hace a Blanco más raro todavía, ha contestado: "Lo raro es que, después de un intento de Ilustración y una Constitución en 1812, el pueblo dijera aquello de '¡Vivan las caenas!'... Pero vamos, que un sevillano escriba en inglés siempre es raro".

Molina Flores ha explicado la génesis de este homenaje: "Martin Murphy regaló un ejemplar de su biografía de Blanco a la Facultad de Comunicación de Sevilla; el editor Abelardo Linares la publicó en Renacimiento con traducción de Victoria León, y el artículo con las revisiones de Garnica y Díaz se había publicado en el libro homenaje a Francisco Aguilar Piñal... El editor y yo comprobamos que el soneto no solo resiste esta lectura actual, sino que gana."

Sobre cuál es su versión favorita, Molina Flores ha concluido bromeando: "La traducción latina, que entiendo aún menos que el original inglés, pero me suena bien: 'Mystica Nox'; la del profesor Esteban Torre es excelente, en soneto italiano; Murphy ha dicho que la versión del pareado final de Jenaro Talens es insuperable; la verdad es que unos días me gusta más la de Taravillo y otros las de Morató o Juan Aguilar ¡Es lo bueno del libro, que el lector es aquí tan libre como quiera!"

Sobre lo mejor de este soneto, ha sentenciado con seriedad: "Que tras una aparente sencillez cuente cosas complejas sobre el sentido de la vida."

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