La situación en Honduras sigue de mal en peor. Después de que el Gobierno golpista haya levantado el toque de queda el escenario no mejora: tiendas saqueadas, casas sin alimentos, militares en las calles y tensión en las declaraciones. El presidente electo, Manuel Zelaya, sigue encerrado en la Embajada brasileña, desde la que ha amenazado con "luchar" si fuera necesario.
Según dijo, está dispuesto a "luchar de pie antes que vivir de rodillas ante unadictadura militar". Asimismo, denunció que en los enfrentamientos de ayer entre las fuerzas de seguridad y sus partidarios murieron al menos diez personas, calificó de "falsedad" que hubiera planteado alguna vez su reelección y advirtió de que no dialogará con "terroristas" porque "no puede haber paz" mientras el país esté en poder de "un régimen usurpador".
"No pienso moverme de aquí y pienso luchar infatigablemente hasta resolver este problema que está afectando a mi país", manifestó Zelaya desde la Embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde se refugia desde el pasado lunes, en declaraciones a Radio Nacional de España recogidas por Europa Press.
La comunidad internacional se mueve
La Organización de Estados Americanos y la Unión Europea han acordado este miércoles (madrugada del jueves en España) en Nueva York el regreso de sus embajadores a Tegucigalpa, que habían abandonado el país después del golpe de Estado en Honduras de hace tres meses.
Además, se ha anunciado una segunda misión diplomática en el país. Se espera que en breve una delegación de representantes de Exteriores de los países latinoamericanos acudan a Tegucigalpa para intentar desbloquear la situación y evitar el derramamiento de sangre que parece más inevitable cada día que pasa.
- La OEA y la UE acuerdan el regreso de sus embajadores a Tegucigalpa
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