"Huellas", el nuevo disco del saxofonista Jorge Pardo, a la venta en enero

Rebeca Palacios

Logroño, 4 dic.- El saxofonista Jorge Pardo ha avanzado a Efe que en su próximo trabajo "Huellas", un disco doble de jazz que saldrá a la venta en enero, ha contado con la colaboración de "colegas" de gran renombre y otros absolutamente desconocidos, pero con mucho talento.

Pardo (Madrid, 1956) ha ofrecido esta semana en Logroño el primer concierto en solitario de su carrera profesional, "A solo", en el que no faltaron interpretaciones con flauta travesera de los palos flamencos, piezas clásicas de Falla y Ravel y otras esenciales del repertorio del jazz.

Con este recital, el músico madrileño clausuró "Inaudito", el ciclo de conciertos celebrados en el Cubo del Revellín, un baluarte defensivo construido en el siglo XVI cuyo interior abovedado dota a esta sala de una acústica muy especial.

En "Huellas" también han participado músicos jóvenes de la "nueva hornada, gente de aquí y de otros sitios", que interpretan las composiciones de Pardo.

El músico está recién llegado de Nueva York, donde acaba de tocar con Chick Corea en el "mítico" club de jazz Blue Note, además de haber actuado en Boston y después en Madrid, con sus "colegas" Carlos Benavent y Tino DiGeraldo.

Considerado uno de los referentes de la fusión flamenco-jazz, aunque detesta las "etiquetas", puede presumir de haber trabajado con "los más grandes" del género, como Paco de Lucía, Camarón de la Isla y Enrique Morente.

Por "casualidades de la vida", reconoce que se ha convertido en uno de los primeros instrumentistas, no de guitarra, que se ha vinculado al mundo del flamenco, pero cree que la unión con el jazz es "un mundo fascinante por desarrollar aún".

Más que una mezcla con el jazz, piensa que es "un desarrollo desde dentro mismo del flamenco, porque este género aporta a la música actual nuevos colores y sonoridades".

En los más de 40 discos publicados a lo largo de su carrera, Pardo también ha trabajado con figuras destacadas del jazz como Pedro Iturralde, Chano Domínguez y Tete Montoliu.

Sin embargo, más allá de estos nombres "suculentos" para los medios de comunicación, Pardo se queda con la "experiencia" de haber colaborado con otros artistas desconocidos para el gran público, pero "de gran calidad humana y profesional".

Entre ellos, ha citado a los músicos "alucinantes" que conoció hace unos meses en África, cuando recorrió de gira Uganda, Kenia y Yibuti, pero, ha lamentado que a España solo llegue "lo que se recomienda desde Estados Unidos".

Estas colaboraciones llenan al saxofonista de "sensaciones" que después afloran en su casa y en el estudio de grabación y van "enriqueciendo" sus composiciones.

Para Pardo, el "gran fin" de todo músico es "conectar con el corazón de las personas", porque prefiere las "sensaciones", por lo que ha optado, dice, por distanciarse del mundo del espectáculo.