Human Rights Watch exige a Turquía que ponga fin al abuso del gas lacrimógeno

  • La Policía turca ha abusado del empleo de gases lacrimógenos durante las protestas que comenzaron a finales de mayo y ha empleado los botes de gas como proyectiles contra los manifestantes, denunció hoy la organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) en un comunicado.

Estambul, 17 jul.- La Policía turca ha abusado del empleo de gases lacrimógenos durante las protestas que comenzaron a finales de mayo y ha empleado los botes de gas como proyectiles contra los manifestantes, denunció hoy la organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) en un comunicado.

"Los botes de gas pueden causar graves heridas, incluso mortales, cuando se disparan directamente contra una persona, y esto es lo que ha ocurrido una y otra vez en las protestas del parque Gezi" señaló Emma Sinclair-Webb, investigadora de esa organización pro derechos humanos en Turquía, en la nota.

Esta organización ha documentado diez casos de heridos graves por impactos de esos botes, que en algunos casos han causado las pérdidas de un ojo, pero insiste en que demuestra un abuso sistemático de este arma por parte de la policía turca.

La nota añade que también se lanzaron enormes cantidades de gas a espacios cerrados, al interior de un hotel y de un hospital, así como contra improvisados puntos médicos donde se atendía a heridos.

HHRW recuerda que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo, ha condenado ya tres veces a Turquía por el abuso de gas lacrimógeno en forma de "tratamiento inhumano y degradante", en casos ocurridos la pasada década.

La sentencia más reciente, emitida ayer, condena a Turquía a pagar 15.000 euros en daños, aparte de 5.000 en gastos, a Abdullah Yasa, un joven que recibió un impacto de bote de gas en la cara durante una protesta en Diyarbakir en 2006.

El tribunal considera probado que el policía utilizó un fusil lanzabotes para disparar en contra los manifestantes, algo que "no es una acción policial apropiada, dado que puede causar heridas graves o la muerte", según reza la sentencia.

Sinclair-Webb pidió que las autoridades turcas juzguen a los agentes y mandos que usaron los botes de gas de manera irresponsable, "por infligir daños innecesarios y poner en riesgo la vida de las personas"

Además, "deberían emitir inmediatamente mejores directrices sobre el uso del gas y prohibir que se lance a espacios cerrados o directamente contra las personas", exigió HRW.

El Ministerio de Interior emitió el 26 de junio pasado, un mes después de iniciarse las protestas, una circular que obliga a advertir a los manifestantes antes de cargar, usar los cañones de agua antes que el gas, no dirigirlo contra personas que no participan en la protesta y evitar lanzarlo hacia espacios cerrados.

Pero la circular no prohíbe apuntar directamente a las personas con los botes, criticó hoy HRW, una de las mayores causas de heridas muy graves durante las protestas.

Uno de los cinco manifestantes fallecidos durante las protestas murió por el impacto de un bote de gas en la cabeza, otro está en estado crítico y una joven ha quedado parcialmente paralizada tras varias operaciones de cráneo, aparte de 11 casos de pérdidas de ojo, bien por los botes de gas, bien por balas de plástico.

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