Hungría cierra el punto de entrada para los refugiados

    • La policía ha colocado una barrera humana con unos 25 agentes de seguridad que cerraban el paso a los refugiados que van llegando desde el país vecino
    • Mañana entra en vigor la nueva ley sobre inmigración que establece penas de hasta cinco años para los que crucen ilgelamente.

Hungría cierra el punto de entrada para los refugiados
Hungría cierra el punto de entrada para los refugiados

La Policía húngara ha cerrado el punto principal de entrada para los refugiados en su frontera, informa la agencia AFP. De este modo, el gobierno de Viktor Orban ha cerrado unos 8 metros de frontera entre Serbia y Hungría por donde discurría la vía del tren y que utilizaban los refugiados para entrar en el país antes de que finalizase la construcción de la alambrada que separa ambos países.

Por otra parte, Hungría ha anunciado también el cierre de su espacio aéreo en una franja cercana a la frontera con Serbia. El cierre afectará a una franja que se extiende a 20 kilómetros desde la frontera con Serbia hasta los 1.350 metros de altitud.Fuerzas de seguridad Húngaras han cerrado la frontera q conecta serbia con Hungría. Gran confusión entre refugiados pic.twitter.com/YQIvXBfn73— Daniel Leal-Olivas (@lealolivas) septiembre 14, 2015

Viktor Orbán, también ha enviado cientos de nuevos agentes a la frontera sur con Serbia para gestionar la cifra récord de inmigrantes y refugiados que están intentando entrar en la UE. Un total de 5.809 migrantes entraron a Hungría el domingo, rompiendo el récord del día anterior de 4.330, según la policía húngara.De acuerdo al sitio web de noticias húngaro Index.hu, alrededor de 25.000 y 30.000 migrantes esperaban el lunes para cruzar la frontera.Entra en vigor la nueva ley antiinmigración

Hungría no es un país seguro para los refugiados. Las crueles imágenes de los últimos días muestran el trato vejatorio de las fuerzas de seguridad contra los refugiados a quienes no dudan en gasear en los ojos para evitar que no entren. Da igual si son niños, la policía descarga su ira contra mayores y menores, sin diferencias. La dramática situación para los refugiados empeorará en las próximas horas,cuando entre en vigor su nueva ley. El gobierno de Viktor Orban, con el pretexto de la crisis migratoria, aprobó la semana una serie de leyes de "emergencia" que pisotean varias valores y libertades individuales y que afectan no solo a los refugiados.

A partir de este martes, las autoridades húngaras recibirán y empezarán a procesar las solicitudes de asilo en la frontera y trasladarán a aquellos que lo soliciten en autobús a campamentos en otros puntos del país.

La nueva ley contempla la modificación de 13 leyes nacionales sobre inmigración y establece penas de entre uno y cinco años de prisión para quien cruce ilegalmente su frontera. No obstante, criminalizar a quienes entren de manera ilegal en Hungría podría violar la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951, que establece que ninguna persona puede ser perseguida por entrar de manera ilegal en un país si lo hace para pedir asilo como refugiado.

Otra de las medidas es la creación de "zonas especiales de tránsito" cerca de la frontera con Serbia para contener a los inmigrantes mientras se estudian sus peticiones de asilo. Pero, su puesta en marcha también genera dudas sobre quién manda en ese territorio.

La nueva ley también prevé un endurecimiento de las penas por la entrada ilegal y por dañar la verja de contención que Hungría está construyendo para frenar la llegada de inmigrantes.

Asimismo, la nueva legislación permitirá a la policía llevar a cabo registros sin orden judicial y permitirá que el ejército use la fuerza, si es necesario.

Por otro lado, bajo la nueva ley se llevarán a cabo medidas expansivas de vigilancia como la creación de una base de datos de todos los ciudadanos húngaros. También podrán acceder a los datos de las empresas de telecomunicaciones para interceptar datos de modo masivo.

Según la Policía, las autoridades húngaras han abierto nuevos centros de recepción temporales en las localidades de Kormend y Szentgotthard, en el oeste. Por otro laod, un fotógrafo de Reuters en Roszke, en la frontera sur con Serbia, ha indicado que miles de inmigrantes están siendo trasladados en tren hacia la frontera con Austria.

No hay duda de que Hungría está atrapada en una gran crisis migratoria, y que el control de las fronteras de un país es legítimo, pero la historia nos enseña que muchos gobiernos pusieron una crisis como pretexto para instaurar poderes extraordinarios que violan la libertades y derechos humanos.

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