Madrid, 14 jul.- ICV y el grupo de la Izquierda Plural han presentado una proposición no de Ley en el Congreso para evitar que se alargue la vida útil de las centrales nucleares por encima de los 30 años.
En su iniciativa, este grupo parlamentario se plantea un plan de cierre ordenado y gradual de todas las centrales en el horizonte de 2020.
También prevé la creación de un fondo que se nutrirá del total de los beneficios de las centrales amortizadas, y destinará un 20% al mantenimiento y seguridad de las centrales, un 15% al gestor de la central, un 15% a la dinamización social y económica de las zonas afectadas por el cierre de las centrales, y un 50% al impulso y la inversión en planes de energías renovables y de mejora del ahorro y la eficiencia energética.
Para su portavoz, Laia Ortiz, las intenciones del gobierno del PP de alargar la vida útil de las nucleares hasta los 40 ó 50 años sería "otro regalo a las compañías eléctricas y los lobbies que las representan".
A su juicio se necesitan cambios en profundidad ya que mientras el impulso de las renovables generaría empleo, las nucleares no.
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