La policía precisó que se trata de nueve hombres y una mujer e indicó que ya había entregado cuatro cuerpos a sus familias.
Las labores de identificación avanzan lentamente, ya que el estado de descomposición de los cadáveres impidió que se difundieran fotos de las víctimas, y los investigadores creen que aún necesitarán varias semanas.
"Muchos familiares aportan", sin embargo, "una importante ayuda para establecer las identidades, recorriendo a menudo grandes distancias en sus países para poder entregar su ADN", dijo la policía.
El camión fue hallado el 27 de agosto, abandonado al borde de una autopista austriaca, cerca de la frontera húngara.
La investigación determinó que los 71 migrantes -59 hombres, ocho mujeres y cuatro niños- habían subido en el vehículo la víspera, en la frontera serbohúngara, y que murieron por asfixia al quedar encerrados en el camión.
La policía detuvo a seis sospechosos -cinco búlgaros y un afgano- relacionados con el caso.
Los investigadores consideran que la mayoría de las víctimas venían de Siria, Irak y Afganistán.
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