Iglesia preocupada por violencia en Nicaragua y pide Ejército respetar DD.HH.

  • El obispo de Jinotega, Carlos Herrera, expresó hoy su preocupación por los enfrentamientos armados en el norte de Nicaragua, que han dejado al menos un militar y siete civiles muertos en lo que va de año, y pidió al Ejército respetar los derechos humanos en la región.

Managua, 14 oct.- El obispo de Jinotega, Carlos Herrera, expresó hoy su preocupación por los enfrentamientos armados en el norte de Nicaragua, que han dejado al menos un militar y siete civiles muertos en lo que va de año, y pidió al Ejército respetar los derechos humanos en la región.

"Me veo preocupado por los recientes y lamentables hechos en las comunidades rurales de los municipios de Pantasma y Wiwilí, en los que han muerto civiles inocentes en manos de rearmados y del Ejército de Nicaragua", indicó el prelado en un comunicado difundido por el Episcopado nicaragüense.

El último enfrentamiento armado ocurrió la semana pasada en el municipio de Pantasma, un antiguo corredor de la guerra civil que se libró en Nicaragua en los años 80 del siglo pasado, donde resultaron dos civiles muertos, según diversas fuentes.

"Pido de todo corazón al Ejército de Nicaragua que actúe con respeto a los derechos humanos de los civiles", señaló el obispo citado en el documento.

"Les recuerdo (al Ejército) que los civiles no tienen culpa de que anden personas armadas en esos lugares. Busquemos la forma de dialogar con dichas personas armadas, pues la violencia engendra violencia", advirtió el jerarca de la Iglesia católica.

En los enfrentamientos registrados en lo que va de año, han muerto un militar y siete civiles, según el Sexto Comando castrense.

"Invito al Gobierno (que preside el sandinista Daniel Ortega) a que actúe con sabiduría, para realizar un verdadero diálogo, para evitar más violencia y muerte en nuestra Nicaragua tan sufrida", continuó el obispo de Jinotega, que advirtió que "ya son varios los muertos, tanto militares como rearmados".

"La gente pobre del campo es la que sufre esta situación, llevándola a una inestabilidad social y un sentimiento de persecución", alertó el prelado.

Asimismo, el obispo pidió a los "rearmados" reflexionar acerca "de que las armas no son el instrumento eficaz para reclamar sus derechos".

"Hay que hacerlo de una manera cívica, para así evitar más el dolor de las familias y el derramamiento de sangre en nuestra zona. Espero escuchen las súplicas de muchas familias de nuestros pueblos, que ya en otra ocasión han sufrido mucho", anotó.

Aunque en la zona rural de Nicaragua se habla de "rearmados", tanto el Ejército como la Policía Nacional han insistido en que se trata de "grupos delincuenciales".

El jefe del Ejército nicaragüense, general Julio César Avilés, reconoció la existencia de grupos armados en el país, pero dijo que se trata de delincuentes que se dedican al robo de ganado, secuestro y extorsión a productores.

"No hay grupos armados (con fines políticos), lo hemos dicho en diferentes oportunidades, (lo que hay) son elementos delincuenciales que muchas veces se agrupan para cometer un delito", dijo en julio pasado el jefe militar nicaragüense.

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