Alemania hizo nuevamente frente este fin de semana a un flujo masivo de refugiados, llevando a Berlín a restablecer controles en las fronteras, sobre todo con Austria.
"La inacción europea en la crisis de refugiados condujo entretanto a Alemania a los límites de sus capacidades", declaró Gabriel, igualmente ministro de Economía de la canciller alemana, Angela Merkel, al diario Tagesspiegel.
El problema "no es primeramente el número de refugiados sino la rapidez con la que llegan", algo que complica la tarea de los Estados regionales y las ciudades para acogerlos, agregó.
Sus declaraciones tienen lugar antes de una reunión de ministros europeos del Interior sobre la repartición de 160.000 refugiados en los 28 países del bloque.
Gabriel propuso además "una ayuda inmediata de 1.500 millones de euros", puesto a disposición "por Alemania y Europa" y destinada a los "grandes campos de refugiados", por ejemplo, en Líbano y Jordania.
Berlín anunció el domingo la reintroducción "provisional" de los controles de sus fronteras, suspendiendo de facto la libre circulación en el espacio Schengen.
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